El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que afecta al cerebro, provocando un deterioro de la capacidad que una persona tiene de llevar a cabo las actividades de la vida diaria.
Se trata de un trastorno degenerativo que comienza lentamente, afectando en primer lugar a las zonas del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Con el tiempo esta enfermedad provoca que las personas pierdan la capacidad de reconocer a personas, de hablar o incluso de leer y escribir.
Esta enfermedad comienza en torno a los 50/60 años de edad, y carece de un tratamiento que evite esta patología. Sin embargo, sí existen fármacos que permiten retrasar el proceso degenerativo de esta enfermedad.
La etiología de esta enfermedad es desconocida, pero si es cierto que se barajan numerosas hipótesis como:
- Genética: donde en un 40% de los casos existen antecedentes familiares.
- Tóxica: donde se ha encontrado cantidades de aluminio y silicio en el cuerpo de las personas diagnosticadas con esta enfermedad.
¿Qué puede hacer la fisioterapia para ayudar a pacientes con alzheimer?
La fisioterapia ayudará a mantener la calidad de vida del paciente y su independencia el máximo tiempo posible, nos ayudará a que paciente pueda mantener el funcionamiento del aparato locomotor, el sistema respiratorio y el sistema psicomotriz lo más óptimo posible durante el mayor tiempo posible. La fisioterapia ayudará al paciente a prevenir los problemas asociados con esta enfermedad, ya sean obstrucciones respiratorias, inmovilidad articular, ulceraciones por encamamiento… y orientar y enseñar a los cuidadores a prevenir lesiones que puedan ocasionarse por el manejo de este tipo de pacientes.
Los pacientes de Alzheimer son conscientes de sus olvidos, por lo que les genera un alto nivel de ansiedad. Por ello, trabajaremos de diversas maneras que promuevan la relajación.
Fase inicial del Alzheimer
En una fase inicial de tratamiento los objetivos serían los siguientes:
- Prevenir que las dificultades de desplazamiento, movilidad o desorientación que el paciente sufra se retarden lo máximo posible.
- Mantener la independencia del paciente el máximo tiempo.
- Procurar que las dificultades que el paciente vaya experimentando, sean lo menos invalidantes posible.
- Prevenir las complicaciones de carácter cardiovascular y/o respiratorias.
Segunda fase del Alzheimer
En una segunda fase, pondremos hincapié en profundizar los objetivos anteriores, pero con el matiz de que, la colaboración del paciente será menor.
- Mantener las capacidades máximas del paciente, movilidad, desplazamiento e independencia.
- Prevenir las alteraciones de tipo cardiocirculatorias.
- Prevenir las alteraciones de carácter respiratorio.
Algunas técnicas empleadas para ambas fases son:
- Masaje lento y semiprofundo que busque un efecto sedante.
- Musicoterapia: trabajar con canciones que el paciente solía escuchar les activa, alegra y les mantiene en un estado de alerta, ayudándonos incluso a seguir el ritmo con los ejercicios.
- Hidroterapia: produce una sensación relajante y nos sirve como un estímulo propioceptivo, lo cual disminuiría los problemas de reconocimiento corporal que el paciente padece en las primeras fases.
- Cinesiterapia: tanto activo/asistida como pasiva.
- Bicicleta ergométrica: trabajando suave promoveremos a favorecer la movilidad articular, la coordinación, la resistencia al esfuerzo y la función cardiorespiratoria.
- Respiración diafragmática: aprendizaje y entrenamiento del control del diafragma.
- Gimnasia: mantenimiento de la forma física general, promoviendo la coordinación, organización espacial, la movilidad articular, resistencia física y potenciación muscular.
- Equilibrio y reeducación de la marcha.
- Autocorrección de la columna: donde el paciente realice autoelongaciones o estiramientos en diferentes posiciones, ya sea tumbado boca arriba o contra la pared.
Tercera fase del Alzheimer
En la tercera fase, el fisioterapeuta actúa para que la vida del enfermo afectado gravemente por la patología, sea de la mejor calidad posible.
Por ello, los objetivos en esta fase serian:
- Prevenir complicaciones del encamamiento, problemas cardiorespiratorios, ulceras, inmovilidad…
- Mantener el tono muscular y la movilidad articular.
Algunas técnicas de tratamiento para el Alzheimer son:
- Cuidados posturales: el tránsito de una posición a otra, vendajes preventivos o posiciones de descanso.
- Ozonoterapia: para la cura de posibles úlceras.
- Cinesiterapia: movilización pasiva de las articulaciones del enfermo.
- Masajes vibratorios: para la expulsión de mucosidades.
- Espiración asistida: por medio de presiones manuales sobre el abdomen y el tórax inferior durante la respiración.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para conocer mejor cómo puede ayudar la fisioterapia con esta enfermedad.