Hoy queremos reforzar y recalcar la importancia de la estimulación cognitiva en mayores. Hasta la fecha, el aumento de la población mayor como consecuencia de la mayor calidad de vida, provocaba que el número de personas de 65 y 85 años siguiera en crecimiento (Archilla M., Rodríguez, J.C y Archilla M. I, 2017).
Se trata de garantizar que el aumento en la esperanza de vida esté unido a la calidad de vida a nivel físico, social y cognitiva, con recursos adecuados a la población mayor (Ponce de León L. y García F.J., 2013).
En el momento que nos encontramos en la actualidad es de suma importancia que se realice estimulación cognitiva, pues la situación de cuarentena afecta a las diferentes capacidades cognitivas de toda la población, y en especial se puede producir un empeoramiento en las personas mayores.
¿Qué es la estimulación cognitiva en mayores?
Es un tratamiento no farmacológico, el cual recibe un gran apoyo empírico, especialmente en el envejecimiento normal, el deterioro cognitivo leve y las demencias (Ruiz-Sánchez J. M, 2012).
El inicio de este tipo de intervención en los procesos de deterioro cognitivo se sitúa en la década de los años sesenta (Consejería de Asuntos Sociales, 2002).
Consiste en una terapia en la que se ejercitan las diferentes áreas del cerebro (a través de tareas de atención, lenguaje, cálculo, memoria, funciones ejecutivas, etc.), mediante diversas actividades elaboradas y aplicadas por un profesional especialista en este ámbito.
Se trata de una gran reorientación que han tenido los objetivos de intervención en el proceso de envejecimiento, tratando de conseguir el aumento de la calidad de vida y del bienestar personal (Consejería de Asuntos Sociales, 2002).
Cada día, la estimulación cognitiva es más conocida entre la población, siendo la intervención a realizar ante un diagnóstico de deterioro cognitivo (Ruiz-Sánchez J. M, 2012). Por lo tanto, en los últimos años se ha producido una expansión dado sus beneficios en nuestro país, así como en el resto de comunidad internacional (Consejería de Asuntos Sociales, 2002).

Beneficios de la estimulación cognitiva en mayores
Principalmente, se puede señalar entre sus beneficios que restaura habilidades cognitivas, ralentiza la progresión del deterioro cognitivo y estabiliza el estado funcional. (Villalba S. y Espert R., 2014).
La estimulación cognitiva trata de conseguir un mantenimiento cognitivo de la persona durante más tiempo en el caso de existir deterioro y evitar el rápido progreso de éste. Se puede resaltar mejoras durante los seis meses posteriores a la intervención en casos en la fase inicial de enfermedad de Alzheimer (Matilla-Mora R., Martínez-Piédrola R. M. y Fernández J., 2006).
Ante un envejecimiento normativo de manera general, hay una mejoría significativa en las diferentes capacidades cognitivas trabajadas.
De la misma manera, es recomendable que los programas de estimulación cognitiva se implanten en etapas anteriores a la vejez (Aldana G., García L., Jacobo A., 2012). Por ello, resaltamos la importancia de la prevención, donde para un cerebro sano también son grandes los beneficios cognitivos.
Mediante una valoración neuropsicólogica, aplicada antes y después de un tiempo establecido realizando estimulación cognitiva, se puede establecer la comparativa y comprobar la mejora de resultados. Al igual, se aplica para llevar a cabo el seguimiento y evolución.
Pautada de forma estandarizada y de forma científica, afecta al cerebro potenciando los mecanismos de plasticidad cerebral y la reserva cognitiva (S. Villalba y R. Espert 2014).
Por lo tanto, es una técnica eficaz para mejorar la función cognitiva y enlentecer o reducir el deterioro. (Matilla-Mora R., Martínez-Piédrola R. M. y Fernández J., 2006).
Con nuestro trabajo realizando estimulación cognitiva, podemos ver cómo existen beneficios no solo a nivel cognitivo sino a nivel social y anímico también, siendo estos últimos igualmente importantes. Se adquiere una rutina de actividad, esfuerzo de mejora continua y motivación por algo nuevo, mejorando el estado emocional y ayudando a establecer un envejecimiento activo y saludable.
¿Cómo se puede trabajar la estimulación cognitiva en mayores?
Normalmente la estimulación cognitiva en mayores se lleva a cabo en varias sesiones semanales en un centro donde a través de ejercicios individuales de lápiz y papel y ordenador, así como dinámicas verbales en grupo o uso de material manipulativo se puede ir trabajando cada una de las funciones cognitivas mencionadas anteriormente.
La situación actual de pandemia, nos ha llevado a pensar en el trabajo con mayores de una forma diferente, realizando sesiones online dada la importancia y necesidad de la continuidad del trabajo para no perder lo mantenido gracias a la terapia. Si bien es cierto que se necesitan unos medios a los que no todas las personas mayores pueden acceder, eso no quiere decir que no podamos buscar otras alternativas para ellos.
Como referíamos al principio, el confinamiento está teniendo repercusiones en las personas; falta de movimiento, disminución de relaciones sociales y de actividades diarias como salir a comprar, pasear por el barrio, etc., son algunos ejemplos del momento que actualmente estamos viviendo y como consecuencia implican un empeoramiento de las capacidades físicas y cognitivas, especialmente en aquellas que ya tenían un deterioro cognitivo, sabiendo que algunos de ellos han perdido autonomía, funcionalidad y calidad de vida.
Por todo ello, se ha empezado a plantearse y deberá seguir perfeccionándose la intervención con estimulación cognitiva en mayores, desde una nueva metodología que nos ayude a los profesionales, en la distancia, a continuar manteniendo la autonomía y calidad de vida de aquellas personas que más lo necesitan.
Referencias:
- Aldana, G., García, L., y Jacobo, A., (2012). Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como alternativa para la estimulación de los procesos cognitivos en la vejez. CPU-e. Revista de Investigación Educativa, 14, 153-166.
- Consejería de Asuntos Sociales (2002). Estimulación cognitiva. Guía y material para la intervención. Dirección General de Atención a Mayores, Discapacitados y Personas Dependientes. Gobierno del Principado de Asturias..
- José M. Ruiz-Sánchez de León (2012). Estimulación cognitiva en el envejecimiento sano, el deterioro cognitivo leve y las demencias: estrategias de intervención y consideraciones teóricas para la práctica clínica. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología. Volumen 32, Pág. 57-66.
- Mónica Archilla Castillo, José Carlos Rodríguez Ruiz, y María Isabel Archilla Castillo (2017). Mejora de las capacidades cognitivas en personas mayores. Salud y cuidados durante el desarrollo Volumen I. Capítulo 21. Servicio Andaluz de Salud. Universidad de Almería.
- Ponce de León Romero, L., y García, F.J. (2013). Memoria y envejecimiento activo: recursos disponibles para prevenir el deterioro cognitivo y sus principales resultados. Revista Española del Tercer Sector, 25, 117-142.
- Rosa Matilla-Mora, Rosa María Martínez-Piédrola y Javier Fernández Huete (2006). Eficacia de la terapia ocupacional y otras terapias no farmacológicas en el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer. Revista Española de Geriatría y Gerontología (349-356).
- Sara Villalba Agustína y Raúl Espert Tortajada (2014). Estimulación cognitiva: una revisión neuropsicológica. THERAPEÍA 6. 73-93, ISSN: 1889-6111
Mónica Nieto Esther Prieto
Neuropsicóloga y Directora Cognitiva Chamartín Trabajadora social Cognitiva Chamartín
Nº Colegiada M-19419 Nº de colegiada 8509-M