El estrés, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, es muy positivo para nuestra vida, y me justifico diciendo que, si nuestro cuerpo no hubiera tenido esa capacidad de producir estrés, ahora mismo yo no estaría escribiendo estas líneas, ni tú estarías leyéndolas, nos habríamos extinguido hace miles de años. También tiene, por supuesto, la parte negativa que todos conocemos. A lo largo de esta noticia, contaremos aspectos claves sobre cómo solucionarlo.
Las características de la situación de estrés son las siguientes (cuantas más se cumplen mayor será el estrés, aunque no necesitan estar presentes todas):
- Novedad
- Impredecibilidad
- Sensación de descontrol
- Amenaza percibida para la persona
Cuando hay una amenaza para nosotros, se va a producir una activación del eje HPA (hipotálamo-pituitario-adrenal). Nuestros órganos viscerales en ese caso, al liberar hormonas del estrés (el cortisol y la adrenalina), dejan de realizar tareas de soporte vital básico como la absorción de nutrientes o la digestión. Esta respuesta del organismo es muy buena para afrontar situaciones estresantes como huir de un toro estando herido, ya que el cerebro interpreta que debes sobrevivir, dándote la energía que necesitas para ello y bloqueando los mensajes de peligro (dolor) que llegan al cerebro, a pesar del daño en el tejido (este proceso se denomina Sistema de Modulación Endógena o Inhibición Descendente del dolor).
El problema de este proceso de estrés es que no está diseñado para perdurar en el tiempo. La liberación mantenida de adrenalina y cortisol produce problemas como el retraso de los procesos de curación de los tejidos, pérdida de memoria, depresión, disminución del rendimiento físico y reduce la función inmunitaria (importantísima en estos tiempos de pandemia) perjudicando el sueño y produciendo alteraciones digestivas que impiden correctamente la absorción de los nutrientes.
¿Cómo podemos afrontar el estrés?
En episodios de estrés continuado es fundamental tratar tanto el origen del problema, como las consecuencias que se han producido en el organismo por esa liberación mantenida de los niveles de cortisol y adrenalina.
La ansiedad y el estrés, como hemos visto, son útiles en nuestro día a día, pero no podemos dejar que situaciones estresantes nos superen. Hay que saber analizar los problemas propios, amenazas y miedos con la ayuda profesional de un psicólogo para solucionar cuanto antes el origen del problema. Desde la psicología, la técnica de Mindfulness ha demostrado beneficios en la disminución del estrés.
Desde la fisioterapia podemos contribuir a mejorar el estrés y las consecuencias producidas por este. Se ha demostrado que el masaje terapéutico disminuye los niveles de cortisol (principal hormona liberadora del estrés), también produce una mejor adaptación de respuestas fisiológicas frente a agentes estresores y mejora el estado de ánimo, el descanso y la calidad del sueño al disminuir la tensión muscular y el dolor.
Por otra parte, realizar ejercicio físico aeróbico durante al menos 20 minutos ha demostrado beneficios en la disminución de la ansiedad y el estrés al disminuir los niveles de las principales hormonas del estrés (cortisol y adrenalina), además tiene la capacidad de aumentar las endorfinas mejorando de esta forma la autoestima, el estado anímico y el descanso.
Por todo esto, desde Fisiolution consideramos que el estrés debe afrontarse desde un punto de vista multidisciplinar para garantizar los mejores resultados.
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