La rodilla es una de las articulaciones más lesionadas en el ámbito deportivo.
Cuando hablamos de esguince de rodilla nos referimos a la lesión de los ligamentos colaterales (interno y externo). Dos ligamentos ubicados en la parte lateral y medial de la articulación. Se da una estabilización necesaria para poder realizar cualquier tipo de movimiento.
Cuando los ligamentos están sometidos a cierto estrés tienen la capacidad elástica de modificar su longitud sin sufrir ningún daño. Si superamos este punto se produce cambios en su estructura.
Podemos clasificar a esta lesión en tres grados en función de su gravedad
Grado 1º
El ligamento ha sufrido daño microscópico. Se ha estirado ligeramente, pero todavía es capaz de ayudar a mantener la estabilidad de la articulación de la rodilla
Grado 2º
El estiramiento del ligamento produjo un desgarro parcial del ligamento. Existe inestabilidad leve.
Grado 3º
Este tipo de esguince se conoce más comúnmente como un desgarro completo del ligamento. El ligamento se ha dividido en dos pedazos, y la articulación de la rodilla es inestable completamente.
Este tipo de lesiones se producen más comúnmente en el ámbito deportivo de contacto, como el rugby y el fútbol. También en deportes que requieren de cambios bruscos de movimiento como el pádel, esquí….
En numerosas ocasiones este tipo de lesión no se produce de manera aislada. Se producen daños en estructuras colindantes como huesos, cartílagos (meniscos) u otros ligamentos (Ligamentos cruzados).
Cuando sufrimos una lesión de este tipo debemos acudir a un fisioterapeuta especialista o un médico especialista en traumatología para poder determinar el grado de gravedad y plantear un tratamiento de rehabilitación.
Si fuera necesario, para determinar la gravedad de la lesión, el médico podrá pedir algunas pruebas complementarias como una radiografía o una resonancia magnética.
Por otro lado debemos tener en cuenta que a modo preventivo requerimos de un buen estado de forma, especialmente deberemos fortalecer los cuádriceps e isquiotibiales y ejercicios de propiocepción.
En muchas ocasiones comenzamos nuestra práctica deportiva de manera esporádica como el esquí u otro tipo de ejercicio físico sin una buena base de manera que sometemos a nuestro aparato locomotor a ciertos riegos que podemos evitarlos con una rutina de ejercicio específica para cada uno.
Desde Fisiolution ofrecemos entrenamientos personales impartidos por nuestro fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Andrés Soler que podrá planificar ejercicios preventivos y ahorrarnos un susto.