Desde Fisiolution queremos destacar la Importancia de la rehabilitación antes de la cirugía, independientemente del tipo de lesión que se tenga. Normalmente la fisioterapia se asocia al término de rehabilitación, el cual es correcto, pero la fisioterapia también puede ayudar a que dicha recuperación sea mejor y corta si antes de someternos a cualquier intervención quirúrgica nos preparamos para ella. Por esa razón vamos a explicarles en que consiste y qué objetivos persigue la fisioterapia en la etapa prequirúrgica.
Antes de empezar, también deben saber que esto se suele aplicar a lesiones de carácter musculoesquelético, respiratorio o cardiovascular. Siempre y cuando la intervención no tenga un carácter urgente y dicha preparación se pueda realizar.
¿Qué es lo primero que tenemos que hacer?
El primer paso para llevar a cabo esta preparación no es otra, que la voluntad del paciente. Muchos pacientes esta parte no se lo toman muy en serio y lo dejan bastante de lado. Pero hay que saber que desde el primer día que nos dicen que nos van a intervenir quirúrgicamente, por pequeña que sea la cirugía ya nos tenemos que preparar para ella. Ya que la rehabilitación empieza desde que salimos por la puerta del médico. Debemos marcarnos unos objetivos que sean claros, alcanzables y lo más importante es conseguirlos y mantenerlos hasta el día de la intervención.
¿Quién participa?
La preparación prequirúrgica fundamentalmente la lleva a cabo el fisioterapeuta, pero estará ayudado por el médico del paciente para determinar y concretar los objetivos de dicha preparación. Esta ayuda es importante ya que es quien conoce mejor la historia clínica del paciente y la técnica que se va a emplear durante la intervención. Por lo que sabrá cuáles serán los puntos fuertes y débiles de la cirugía y que deberemos ejercitar para que la recuperación sea mejor.
Aparte de los profesionales sanitarios ya mencionados pueden tener un papel relevante otras especialidades como la psicología o la nutrición. El primer de ellos suele intervenir normalmente en situaciones de miedo a la cirugía y sus posibles consecuencias. En cuanto a la nutrición suele aparecer en intervenciones cardiacas para controlar bien el aporte de nutrientes durante la preparación, obtener una buena circulación y evitar que dicha lesión vaya a más. Ambas profesiones deberían estar siempre instauradas en este proceso de preparación ya que junto con la fisioterapia se conseguiría una excelente preparación, ya que mental, física y metabólicamente iríamos muy preparados y eso favorecería mucho nuestra recuperación y aceleraría nuestra vuelta a la vida cotidiana en plenas condiciones.
¿En qué consiste esta preparación?
El fisioterapeuta diseñará un programa específico y único para el paciente. Donde se encontraran una serie de pautas y ejercicios para mejorar la condición física y prevenir cualquier tipo de complicación (muscular, respiratoria, neurológica…) Dicha preparación ya hemos mencionado que es personalizada, pero los objetivos son generales y comunes como:
- Mejorar la capacidad funcional
- Conseguir un buen tono y fuerza muscular
- Tener un buen rango de movimiento
- Corregir posturas inadecuadas, lesionales
- Reducir dolor e inflamación
Este tipo de programas suelen durar 3 semanas normalmente, con un trabajo diario y progresivo en cuanto a la intensidad siempre dentro de las posibilidades del paciente y controlado por un profesional sanitario, generalmente el fisioterapeuta. Estos programas suelen estar compuestos por:
- Ejercicios de fortalecimiento, los cuales empezaremos con ejercicios isométricos como por ejemplo ponernos debajo de la rodilla un rulo y apretar hacia abajo. Con ello iremos fortaleciendo la zona afectada, pero es un tipo de trabajo totalmente activo por parte del paciente. Una vez tengamos un buen tono y fuerza, pasamos al siguiente nivel de ejercicios (ejercicios concéntricos), pero eso no indica que dejemos de hacer los isométricos, si no que deberemos seguir con los isométricos y añadir los concéntricos a nuestro planning prequirúrgico. Además podemos emplear la electroestimulación para favorecer y alcanzar más fácilmente nuestro objetivo en dichos ejercicios.
En estos casos siempre hay que comparar los hemilados, para esclarecer cual es el valor normal de fuerza, movilidad del paciente, apuntarlo y guardarlo para tenerlos en cuenta en la recuperación pre y post quirúrgica. Ya que podríamos seguir una recuperación más analítica y precisa.
- En el caso de que haya falta de movilidad empezaremos por un trabajo pasivo, donde el fisioterapeuta utiliza principalmente la cinesiterapia para conseguir aumentar el rango de movimiento. El paciente hará ejercicios para aumentar dicha amplitud de movimiento con el fin de que al final del programa sea capaz de llegar a una mayor amplitud de manera activa y sin dolor.
- En cuanto al dolor e inflamación aplicaremos la electroterapia y crioterapia para reducir esa sintomatología. También podremos aplicar terapia manual, masajes para obtener buena irrigación sanguínea y reducir el dolor con el fin de mejorar el tejido muscular en todos los aspectos.
- En cuanto a las posturas inadecuadas, antálgicas debemos analizar qué hace en el día a día y qué posturas adoptar para poder modificarlas en el caso de que sean lesionales. Lo haremos aportando pautas para dicha corrección. En el caso de que estas alteraciones posturales están muy marcadas, claras y sean perjudiciales o agraven la lesión, podemos recurrir a las técnicas de RPG. Con el fin de corregir dichas alteraciones, establecer una buena ergonomía acompañado de la realización de estiramientos.
- Todo ello en conjunto mejora la capacidad funcional, pero si nos encontramos ante un paciente con alteraciones neurológicas, respiratorias o cardiacas. Nuestro enfoque deberá ser distinto. En el caso de que estemos ante un paciente neurológico debemos enfocarnos en que pueda ser independiente en la mayor cantidad de tareas, que no tenga fatiga y que no tenga pérdida del equilibrio (trabajamos la propiocepción). Además podemos enfocarnos en la sensibilidad, coordinación y precisión en los movimientos. En cuanto a un paciente cardiaco o respiratorio es importante que no aparezca fatiga (trabajo aeróbico suave y progresivo). Y en el caso del paciente respiratorio un objetivo primordial es favorecer la amplitud de la caja torácica, enseñar al paciente a llenar por completo los pulmones. Incluso si tiene mucosidad en las vías respiratorias el fisioterapeuta intentara limpiarlas con diferentes técnicas para favorecer una mejor respiración y evitar infecciones.
Por tanto desde Fisiolution, queremos dar a conocer esta parte de la fisioterapia ya que no es muy conocida ni aplicada por los pacientes. Además tiene un gran valor, ya que facilita y acelera el proceso de recuperación. Si tienen alguna pregunta no duden en contactar con nosotros.
Bibliografía:
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