Eden Hazard, el jugador de fútbol del Real Madrid destaca por su desborde, aceleración y regate. Hoy veremos lesiones de Eden Hazard. Y esto, en un jugador de este nivel, se traduce en un tren inferior muy trabajado para explotar al máximo sus cualidades. Pero no solo eso. Las lesiones son algo habitual en su profesión. Desde su llegada al Madrid, Hazard ha tenido de todo tipo de lesiones, pero fundamentalmente en el tobillo y en el muslo.
Desde Fisiolution hablamos de las lesiones del jugador belga y del tratamiento que ha tenido que llevar a cabo:
Tobillo: lesiones de Eden Hazard más imporatentes
La lesión de tobillo empezó por una entrada rival en dicha zona, que le llevó a abandonar el campo. Tras la exploración inicial se pensó que solo era una contusión, pero a los 3-4 días se vio que tenía una microfisura perimaleolar externa de la pierna derecha. Tras superar la lesión, a los pocos días del alta, sufrió una fisura distal en el peroné derecho. Además, todo ello ocurrió en el pie derecho, el cual previamente se había operado por fractura hace 3 años. Por tanto, en un periodo de tiempo muy corto ha pasado varias veces por el quirófano por culpa del tobillo.
En cuanto a su recuperación, siempre que hay una cirugía de carácter óseo, hay un periodo de inmovilización. Al ser en la zona del tobillo la inmovilización estará entre las 3-5 semanas dependiendo de la lesión que se tenga y el tipo de cirugía. Una vez acaba este proceso, es donde aparece la fisioterapia.
Hay que dejar constancia que la recuperación que el jugador ha tenido no se puede extrapolar a un paciente de nuestra clínica. Ya que por medios y tiempo es imposible realizarla de la misma forma. Durante el tiempo de recuperación el deportista profesional sigue entrenando el resto del cuerpo, lleva una dieta a rajatabla y tiene revisiones constantes para volver cuanto antes al terreno de juego. Y aquí os contamos cómo desde Fisiolution trataríamos esta lesión en el tobillo.
Tanto la fractura como la fisura tienen el mismo tratamiento, ya que ambas afectan a la misma articulación. Las diferencias entre una lesión y otra, a parte del plazo de recuperación, es la estabilización correcta del pie.
Realización del tratamiento
Lo primero de todo es recuperar movilidad, reducir el edema y liberar la cicatriz de posibles adherencias.
- Es por eso por lo que empezaremos con movilizaciones pasivas y en el caso de que ya esté consolidada la fractura/fisura podremos realizar movilizaciones activas y activo-resistivas.
- Frente al edema emplearemos crioterapia, electroterapia como ultrasonidos o microonda. Además, podemos ayudarnos de un vendaje de kinesiotape en forma de pulpo para drenar aún más la zona.
- También se puede emplear la diatermia para reducir inflamación e incluso estimular la regeneración del tejido óseo. Siempre que no haya una placa metálica en dicha región.
- Para casa recomendamos realizar ejercicios con una banda elástica para ir ganando movilidad y un poco de fuerza. Además de tener el pie en alto (por encima del corazón) y bombear para fomentar el drenaje.
- Emplearemos ventosas para despegar la cicatriz y evitar así que produzcan restricciones en la movilidad. También se puede emplear el masaje en z.
A partir de la cuarta y quinta semana el paciente podría usar la bota Walker e ir apoyando poco a poco su propio peso y caminar con muletas.
Una vez eliminado el edema y conseguido movilidad con algo de fuerza, el paciente se debe quitar las muletas y andar por su propio pie (semana 7-8).
- En caso de molestias, se hará un vendaje funcional para eliminar el dolor a la vez que el paciente pueda seguir caminando y se seguirá trabajando la movilidad hasta conseguirla por completo sin dolor.
- En este momento, se empiezan a realizar ejercicios de propiocepción controlando el dolor y la posible inflamación, ya que no interesa que vuelva a aparecer. Con estos ejercicios buscamos obtener una buena estabilización de la articulación, además de fuerza y coordinación y equilibrio.
- Los ejercicios de propiocepción irán en aumento tanto en tiempo y repeticiones como en dificultad. El primer paso es conseguir estabilidad y fuerza sobre el pie afectado en apoyo monopodal en superficie estable.
- Un vez supera el apoyo monopodal en el suelo, pasaremos a trabajar el apoyo bipodal primero y luego unipodal en superficie inestable en el plato de bohler o el bossu.
- El siguiente paso sería realizar saltos y recepciones tanto en superficie estable como inestable, para comprobar si ese tobillo recibe bien el impacto.
- Con estos ejercicios de propiocepción podemos ir metiendo elementos del propio deporte. Ejemplo: al saltar que no sea un simple salto sino lanzar una pelota y que remate. Son cosas pequeñas pero que a nivel mental y emocional ayudan mucho al deportista y fomentas su implicación en el ejercicio.
Una vez superado todo esto, la tercera fase sería la readaptación al deporte e integración en el mismo. Esto supone realizar esfuerzos y movimientos propios del deporte, en este caso fútbol. Ejemplo: cambios de dirección bruscos, golpeo de balón, carrera + salto, todo ello realizado en la superficie de juego. Es decir se plantea todo en el contexto de entrenamiento y competición.
Una vez realizada esta readaptación pasará al grupo, la vuelta a los entrenamientos con el equipo. El paso previo a la vuelta a la competición. En este paso el deportista se prueba y recobra sensaciones al tiempo que debe perder el miedo a recaída o meter el pie a un rival. Además de ir recuperando la intensidad física que necesita.
lesiones de Eden Hazard : Problemas musculares
Como comentábamos, Hazard también ha sufrido lesiones en el muslo, en este caso no se especifican muy bien, pero sí sabemos que tuvo afectado el recto anterior del cuádriceps. Que cuya función es la extensión de rodilla y flexión de cadera, por tanto un músculo bastante importante. Además, en sinergia con el bíceps femoral (antagonista), músculo bastante propenso a roturas en un futbolista.
En las lesiones de Eden Hazard tenemos una nueva zona, contractura y desequilibrio de la musculatura del psoas de pierna intervenida (cirugía con material de osteosíntesis). Una pequeña modificación en el tobillo pude interfiere en los planes biomecánicos de todo el cuerpo. PSOAS: Los MEJORES ESTIRAMIENTOS
En cuanto a la rotura muscular, depende de los cm de la rotura. Pero por media la rotura está establecida entre 1.5-2.5 meses de recuperación. La rotura la tratamos de la siguiente manera:
- Las primeras 48-72 horas son de reposo y hielo. Se puede realizar drenaje linfático.
- Desde las 72h a la semana. Trabajaremos sobre el rango de movilidad y cicatrización de la rotura. Para ello emplearemos diatermia, electroterapia y movilizaciones pasivas.
- De 1 a 3 semanas conseguimos una buena cicatriz en el tejido muscular y podemos empezar a realizar bicicleta, caminar en la piscina y realizar isométricos.
- Una vez tenemos bien cerrada la rotura, entre la semana 3-5, podremos realizar propiocepción, fuerza, excéntricos y masaje.
- Por último se realiza la readaptación al deporte.
Bibliografía: lesiones de Eden Hazard
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