El mindfulness significa ser conscientes del presente, de lo que está ocurriendo en el aquí y en el ahora. Ser capaces de comprender, con una actitud abierta y amable, sin juicios ni valoraciones, lo que está pasando en ese momento. En el Mindfulness para niños, es detenerte en “escuchar” activamente lo que sucede cuando contemplas una puesta de sol, lo que sientes cuando el agua te recorre el cuerpo en la ducha o experimentar la alegría, la tristeza o irritación que aparecen en ti o en los otros ante determinadas circunstancias. El objetivo no es modificarlos, si no aceptarlos, no reprimirlos ni negarlos, entenderlos y solamente así, desde la plena consciencia, podremos ser capaces de actuar en consecuencia a posteriori.
Es cierto, que el mindfulness es un estilo de vida o modo de comportarnos hacia nosotros mismos y nuestro entorno que, en ocasiones, experimentamos de forma natural y, otras, nos cuesta mucho lograr. Cuando sufrimos pensando lo que está por venir, cuando recordamos el pasado con nostalgia o incapacidad para cambiar, cuando intentamos controlar los cambios o tenemos la mente ocupada en diversas actividades, pensamientos o preocupaciones, no estamos siendo capaces de disfrutar el presente y, en consecuencia, no podemos ser felices.
¿Que es el Mindfulness para niños?
Equivocadamente, pensamos que los niños viven su infancia plenamente, disfrutando de cada segundo del día y centrados en lo que ocurre en el aquí y el ahora, pero no es del todo cierto. Los niños también sufren, también se preocupan y también viven intoxicados de este mundo de sobreestimulación continua que nos impide concentrarnos en una cosa y disfrutarla sin estar anticipando por qué otra cosa vamos a remplazarlo.
El Mindfulness para niños supone una herramienta alternativa que les permite volver a la infancia desde una actitud de disfrute, intuitiva, sensible a las emociones y participativa, que todos deseamos para nuestros hijos. Desde hace relativamente pocos años, se empezó a desarrollar investigación que avalaba los beneficios directos del Mindfulness para niños:
- Mejoran la relación con su cuerpo (sensaciones corporales) y su mente (pensamientos y/o preocupaciones). Les ofrece un espacio para escucharse, atenderse y aceptarse.
- Capacidad para relajarse, calmarse y liberar la tensión. Ante un estado de agitación, el mindfulness nos invita a la calma, aprenden a regular sus emociones y a ofrecerse relajación en cualquier momento.
- Aumenta la capacidad de atención y concentración, necesaria también para los procesos de aprendizaje.
- Afrontamiento de situaciones problemáticas o estresantes de la vida cotidiana. Aprender a dominar estas herramientas es útil para participar más plenamente del día a día, pero también para estar más preparados para afrontar cualquier obstáculo que pueda aparecer.
- Control sobre los pensamientos y preocupaciones. Con el mindfulness, los niños aprenden a apartar los pensamientos que en ocasiones les interrumpen, tomar distancia y, si son reales, generar una solución más racional.
- Mejora la empatía: cuando son conscientes de sus sentimientos y los aceptan, son capaces también de poder entender los de los demás.
Os dejamos un video con un ejercicio práctico de Mindfulness para niños, espero que os venga genial:
Por todas estas razones, os invitamos a practicar Mindfulness para niños (Servicio ahora disponible online), con vuestros hijos. A través de un ejercicio muy sencillo, os proponemos iniciaros en este arte tan necesario para la llamada inteligencia emocional y en pro de fomentar hábitos saludables en nuestros pequeños.