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Ansiedad anticipatoria: Qué es y cómo eliminarla

“Si planeas ser algo menos de lo que eres capaz, probablemente serás infeliz para el resto de tu vida”

Maslow, Abraham (1908-1970)

La ansiedad se caracteriza por un malestar psicológico unido a una excesiva preocupación por las cosas. Los estímulos cotidianos pueden generar ansiedad si los percibimos como una amenaza real.

Cuando hablamos de ansiedad anticipatoria nos referimos al hecho de considerar las situaciones futuras a corto plazo como posibles amenazas que están por venir. Es decir, nuestras expectativas para las cosas que nos sucederán a continuación se convierten en negativas.

¿Y por qué nuestro cerebro actúa de esta manera? Anticipar en negativo supone un mecanismo de defensa, consideramos que si nos protegemos previamente de lo negativo el sufrimiento será menor. Sin embargo, es una creencia engañosa pues incrementamos el malestar sufrido: el previo a la situación y el que se produce si las cosas no salen bien.

Además, considerar que las situaciones futuras serán negativas nos predispone y nos dirige hacia hechos negativos, la probabilidad de lograr fracaso estamos inconscientemente incrementándola.

Cuando convertimos en un hábito esta forma de pensar aparecen los problemas, y hace que surjan manifestaciones como insomnio, tensión muscular, sobrepeso, falta de concentración, irritabilidad, tendencia al cansancio…

¿Qué puedo eliminar esta ansiedad anticipatoria?

La mayor parte de los pensamientos anticipadores de fracaso, desastres, errores, calamidades… son inconscientes. A lo largo de los años, hemos aprendido a generarlos y los hemos convertido en rutinas inconscientes. Sin embargo, podemos reeducar nuestro cerebro: identificando este tipo de pensamientos, haciéndolos formar parte del consciente y empleando las siguientes estrategias:

  1. Reduce las emociones negativas. Antes de ponernos “manos a la obra” tenemos que saber que no somos capaces de reflexionar de forma clara cuando sentimientos de nerviosismo o ansiedad nos dominan. Así, que vamos a calmar las emociones negativas mediante respiración profunda, música relajante, ejercicio físico, baño de espuma…
  2. Identificar estos pensamientos dañinos. Coge una libreta y, durante una semana, anota todas estas ideas que en algún momento te asaltan.
  3. Desmonta estos pensamientos y genera alternativas más ajustadas. Piensa cómo de realistas son ese tipo de pensamientos y modifícalos por otros más certeros y que generen mayor positividad.
  4. Es imposible que controles tu vida. La incertidumbre es parte de la vida, las situaciones inesperadas y los giros radicales; sin embargo, esto mismo supone el encanto de nuestra existencia. Si conociéramos el futuro, nos convertiríamos en robots sin ilusiones. Así, que aprende a valorar el porvenir incierto de los acontecimientos y disfruta del aquí y del ahora.

En ocasiones, hemos recurrido a este estilo de pensamiento con tanta frecuencia que resulta muy complejo reaprender una nueva forma por sí solos. Es el momento que acudas a un profesional que mediante la terapia individual puede ayudarte a generar unas expectativas más positivas y que seas capaz de vivir tu aquí y ahora.

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