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Beneficios del ejercicio físico en la prevención del deterioro Cognitivo

Vulnerabilidad física y efecto de las caídas

Las personas mayores que padecen deterioro cognitivo o demencia presentan factores de riesgo por una doble situación de vulnerabilidad sobre su condición física, me refiero al declive en el aparato locomotor esperado por ser una persona mayor y al impacto que genera el deterioro cognitivo sobre el mismo. El primero de estos factores, inevitable en cualquier persona que llega a la etapa del envejecimiento genera cambios como todos sabemos de varios aspectos físicos como disminución de la masa muscular, problemas articulares, dolores persistentes, alteración de la postura, etc.

El segundo, referido al deterioro cognitivo, añade otras dificultades con una repercusión importante sobre el estado físico en el que subyace el compromiso neurológico, manifiesto en la alteración del patrón normal de la marcha, la falta de estabilidad, las dificultades sensoperceptivas para la coordinación de gestos intencionales, la orientación espacial, etc. Esta doble vulnerabilidad, sin duda determina la complejidad del trastorno físico observado en estas personas.

prevención del deterioro Cognitivo

La alta comorbilidad de la demencia con otros trastornos, que según varios estudios de investigación, se manifiesta de forma indirecta en la cantidad de fármacos de prescripción crónica que presentan los pacientes con demencia, acrecienta el estado vulnerable (1).

Síndromes como la depresión, el dolor crónico y la patología cardiovascular comorbilizan con el deterioro cognitivo y evidencian un mayor grado de deterioro que no solo se limita a la capacidad cognitiva sino también a la condición física ocasionando una repercusión importante en la funcionalidad de esa persona.

Para comprender mejor la relación entre deterioro cognitivo y físico conviene describir el perfil motor de las personas con deterioro cognitivo, este se caracteriza por presentar cambios en diferentes dimensiones que se describen a continuación:

  • Disminución de la actividad física y social

    Progresivamente reduce la frecuencia con la que realiza estas actividades en una relación inversamente proporcional al avance del deterioro.

  • Tendencia al sedentarismo y abandono de actividades

    Causada por la dificultad de manejo del entorno. En este caso, la persona prefiere el aislamiento a experimentar la frustración de no poder adaptarse a las exigencias de las actividades.

  • Dificultades en el control postural

    Según avanza el deterioro se produce alteración en las curvas normales de la columna marcando una tendencia mayor a la cifosis dorsal y lordosis lumbar. El eje corporal se traslada hacia delante y se produce una flexión mayor de caderas y rodillas.

  • El patrón de la marcha

    Se caracteriza por una disminución del braceo, rigidez o ausencia en los movimientos de la cintura pélvica, paso ralentizado y arrastre de los pies.

Recientemente se ha comprobado cómo las alteraciones sutiles en la marcha y en el equilibrio pueden comportarse como marcadores diagnósticos precoces de demencia en diversos estudios (2)

  • Otro trastorno importante son los problemas del equilibrio, manifiestos sobre todo durante la ejecución de actividades funcionales como son los desplazamientos (la marcha) y transferencias (pasajes de una posición a otra) que la persona lleva a cabo.
  • También puede ser habitual la presencia de otras alteraciones del movimiento como temblor esencial, apraxias (imposibilidad de ejecutar movimientos coordinados sin que exista una causa de origen físico) y alteraciones del tono muscular.
  • La agilidad, entendida como una capacidad holística, que integra aptitudes como la fuerza muscular, equilibrio, capacidad de reacción, etc, también se encuentra disminuida.

Este perfil motor siembra el terreno ideal para que se produzcan con un alto grado de incidencia las caídas que son consideradas dentro de la alteración cognitiva uno de los mayores factores de riesgo para acelerar el deterioro, afectar el estado de ánimo y provocar la pérdida de autonomía. El deterioro cognitivo impacta sobre la función motora y esta sobre la cognición, así se crea una espiral de deterioro que termina acrecentando el nivel de dependencia en la vida de esta persona.

Es oportuno describir a la persona que ha sufrido una caída, así es, que se observan algunos signos muy característicos como la presencia de hematomas y heridas en la cara que dan indicios de no haber usado bien las extremidades superiores para frenar el impacto del golpe.

Muchos de estos episodios van acompañados de estados confusionales que varían en su duración e intensidad y que complican significativamente la recuperación. También es importante recalcar que el conocido Síndrome de post – caída (el miedo a padecer una nueva caída, la pérdida de confianza para desarrollar una determinada actividad sin caerse y una disminución de la movilidad y de la capacidad funcional), no siempre es experimentado de esta forma.

La persona con problemas de memoria y dificultades en el procesamiento de la información, como es el caso de quien padece deterioro cognitivo, registra de forma parcial la caída, o puede incluso que no recuerde nada de este episodio y en consecuencia se exponga de forma repetida a la misma situación de riesgo provocando nuevas caídas en un corto tiempo. La suma de estas caídas acrecentará la incapacidad funcional.

Las situaciones típicas de caídas que nos informan los familiares y/o cuidadores de personas con deterioro cognitivo son las que se producen al levantarse de la cama en oscuridad, en el baño, al subir y bajar escaleras y con menos frecuencia las que se producen en la calle y al realizar una transferencia de sentado a la posición de pie.

Nuestra experiencia en Cognitiva Unidad de Memoria

Teniendo en cuenta la correlación que existe entre el deterioro cognitivo y las alteraciones en la condición física con riesgo de caída elevado, hemos creado un proyecto con el siguiente fundamento: Incorporar un plan de actividad física moderada en el circuito terapéutico de Cognitiva, mejora la salud global, asegura un mayor grado de autonomía y garantiza un mejor rendimiento de la capacidad cognitiva en los mayores que padecen problemas de memoria.

La detección de aquellos usuarios que presentan un riesgo alto de caídas o que han padecido alguna en los últimos 6 meses, es crucial. Esta detección se lleva a cabo a través de un informante y por la aplicación de un protocolo de valoración de la condición física.

El programa incluye un plan combinado de estimulación cognitiva y actividad física. Cada vez que asisten al centro estas personas desarrollan las dos terapias. Periódicamente se hace un seguimiento de cómo evolucionan y de la cuota de actividad física que desarrollan en su vida diaria. Este último aspecto es de vital importancia para motivar a que se mantenga un estilo de vida activo y saludable, condición fundamental para retrasar el deterioro y la dependencia.

En general, los hallazgos de nuestra revisión sugieren que el ejercicio físico puede proporcionar una estrategia ampliamente disponible para mejorar el funcionamiento cognitivo, especialmente de las funciones ejecutivas y memoria, y retrasar la aparición de la demencia (3)

Recomendaciones para la prevención del deterioro Cognitivo

Según evidencias actuales verificadas en la mayoría de los estudios de investigación, la actividad física proporciona innumerables beneficios en las personas mayores con problemas de memoria. Cumplir con una cuota adecuada de actividad y prevenir las caídas y sus complicaciones, se puede llevar a cabo a través de propuestas sencillas y de fácil implementación. Teniendo en cuenta la definición de la OMS la actividad física no se limita al ejercicio sistematizado, sino que integra otras tantas actividades como define la OMS:

cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Ello incluye las actividades realizadas al trabajar, jugar y viajar, las tareas domésticas y las actividades recreativas (4)

Sobre estas actividades se pueden adaptar las siguientes recomendaciones para fomentar la prevención del deterioro Cognitivo:

  • Realizar a diario un plan de caminata. Esta propuesta es fácil de cumplir porque la camita se puede iniciar desde nuestro kilómetro cero que es nuestro domicilio e ir andando a cada gestión que tengamos programada.
  • Para aquellas personas que tienen limitada la marcha, también hay otras alternativas a la caminata para llevar a cabo una rutina de ejercicios; como puede ser desarrollar una tabla de ejercicios en sentado diseñada por un profesional competente.
  • Mantener el hábito de realizar tareas en casa.
  • Adaptar el ambiente del hogar para que sea seguro y se pueda evitar situaciones de riesgo de caída. Por ejemplo cambiar bañera por plato de ducha. Quitar alfombras que no están fijadas al suelo. Despejar los espacios de muebles u otros objetos que impiden un adecuado desplazamiento, etc.

El principal logro al que aspiramos es a ralentizar el progreso de la enfermedad. Tratando de romper esa espiral de deterioro al que nos referíamos al comienzo; en el que la alteración física y cognitiva se combinan creando mayor impacto sobre la autonomía.

 

Artículo escrito por, Cognitiva unidad de memoria: Claudia Brizuela Ledesma. Terapeuta Ocupacional. Especialista en Actividad Física, Salud y Calidad de Vida.

 

Bibliografía

  1. Formiga a, I. Fort b, M.J. Robles c, S. Riu d, D. Rodríguez e, O. Sabartes (2008) Aspectos diferenciales de comorbilidad en pacientes ancianos con demencia tipo Alzheimer o con demencia vascular.
  2. Álvaro Casas Herrero, Nicolás Martínez Velilla y Francisco Javier Alonso Renedo (2011) Revista Española de Geriatría y Gerontología Deterioro cognitivo y riesgo de caída en el anciano.
  3. María Julieta Russo, Agostina Kañevsky, Adriana Leis, Mónica Iturry, Marcela Roncoroni, Cecilia Serrano, Diana Cristalli, Jorge Ure, Daniel Zuin. (2020). Papel de la actividad física en la prevención de deterioro cognitivo y demencia en adultos mayores: una revisión sistemática.
  4. OMS en 2010. Las recomendaciones mundiales sobre la actividad física y la salud.
  5. Bloem BR, Gussekloo J, Lagaay AM, Remarque EJ, Haan J, Westendorp RG (2000). Idio-pathic senile gait disorders are signs of subclinical disease.
  6. Miriam Bella Beorlegui, Nuria Esandi Larramendi, Ana Carvajal Valcárcel (2017). Universidad de Navarra. Pamplona. La prevención de caídas recurrentes en el paciente anciano.
  7. Cejudo Jiménez y A. Gómez-Conesa (2011). Universidad de Murcia, Murcia, España. Ejercicio físico en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Revisión.
Etiquetas: Cognitiva, prevención del deterioro Cognitivo

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