Osteopatía en bebés
La Osteopatía es un tipo de terapia manual que entiende el organismo como un todo. Buscando siempre la causa del problema para devolverle la armonía al cuerpo. En los bebés, aparte de ser un tratamiento eficaz para numerosas patologías. Ya que utiliza técnicas suaves e indoloras, también tiene beneficios para prevenirlas durante los primeros meses de vida.
Es muy importante realizar una valoración de Osteopatía tras el nacimiento del bebé. Para valorar las tensiones que se hayan podido producir dentro del útero, durante el parto, o incluso durante las primeras semanas de adaptación al nuevo medio.
¿Cuál es la causa de las posibles patologías?
En la fase expulsiva del parto, los huesos del cráneo del bebé se sobreponen unos sobre otros para poder pasar por el canal del parto. Normalmente estos huesos se colocan solos ,gracias a la presión interna que se produce en el bebé con el primer llanto. Pero, en ocasiones, pueden aparecer lesiones quedando solapadas o fijadas unas suturas a otras. Esta falta de movilidad entre los huesos del cráneo genera tensiones craneales que pueden causar irritabilidad en el bebé, insomnio, o lesiones como plagiocefalia, tortícolis muscular congénita, obstrucción del conducto lagrimal, otitis de repetición, o trastornos del sistema digestivo (cólicos del lactante, reflujo gastroesofágico).
¿Cuáles son los posibles síntomas para detectarlo?
¿Notas que tu bebé llora mucho, le cuesta coger el sueño, o se despierta frecuentemente? Si el pediatra ha comprobado que está todo bien, es probable que una sesión de Osteopatía craneal le ayude a liberar esas tensiones craneales que le está causando esa irritabilidad.
Plagiocefalia
La plagiocefalia es una deformidad craneal. Se suele pensar que es producida por un exceso de presión sobre una parte de la cabeza. Ya sea por una posición intrauterina, o por pasar mucho tiempo tumbado sobre el mismo lado de la cabeza. Pero en muchas ocasiones no es esa la causa, sino la falta de movilidad entre los huesos del cráneo que comentábamos anteriormente que no está dejando que el cráneo crezca de forma armónica. A su vez, estas deformidades craneales pueden estar provocando otras lesiones como la obstrucción del conducto lagrimal u otitis de repetición.
En una tortícolis muscular congénita, el bebé nace con el músculo esternocleidomastoideo endurecido e incluso se llega a notar un bultito en él. Si no es el caso de tu bebé, es probable que esa tortícolis se la esté produciendo también una lesión a nivel craneal.
Trastornos digestivos
Los trastornos digestivos, en cambio, se deben abordar desde la Osteopatía craneal y desde la Osteopatía visceral. La falta de movilidad a nivel craneal, puede provocar bloqueos en la salida de los nervios que inervan el sistema digestivo. Impidiendo su correcto funcionamiento y pudiendo provocar reflujo gastroesofágico, cólicos del lactante, estreñimiento… Mediante la Osteopatía visceral, mejoramos la motilidad del sistema digestivo (estómago, intestino delgado y grueso, esfínteres, etc). Utilizando unas maniobras de masaje y movilizaciones suaves e indoloras, para liberar adherencias y falta de movilidad a nivel visceral.
Tenemos que tener en cuenta, que los 6 primeros meses de vida es cuando mejores resultados tendremos. Esto debido a que es cuando mayor movilidad encontramos en los huesos del cráneo del bebé. Por eso es importante realizar una valoración osteopática cuanto antes. Porque en el caso de encontrar una lesión, el tiempo para trabajar sobre ello es mayor. En el momento en el que las fontanelas se encuentran más cerradas, el margen de trabajo es menor.