¿Alguna vez habéis sentido justo antes de ir a una consulta médica cómo un dolor que sentíamos se ve fuertemente disminuido, o incluso desaparecido? ¿Conocéis a alguien más que haya experimentado una sensación similar?
Entre los profesionales sanitarios es conocido este fenómeno, mediante el cual, cuando un paciente acude a consulta segrega hormonas que producen cambios bioquímicos en el organismo que pueden degenerar en una percepción del dolor alterada. No obstante, debemos saber que el dolor es un síntoma, un signo de alarma defensivo que nos indica un problema que lo desencadena.
A pesar de que todavía no existe una fuerte evidencia científica, los estudios actuales nos hacen pensar en la liberación de una hormona llamada adrenalina o epinefrina como desencadenante de este fenómeno.
La adrenalina es una hormona secretada por glándulas suprarrenales. Tiene efectos fisiológicos como el aumento de frecuencia cardiaca, la concentración de glucosa en sangre, la frecuencia respiratoria, o el aumento del tamaño de la pupila.
Esta hormona es controlada por el Sistema Nervioso Central, y se sintetiza en momentos de estrés emocional. De este modo, podemos comprender que la situación de alerta que representa una consulta sanitaria para ciertas personas puede desencadenar la biosíntesis de la epinefrina.
La adrenalina es capaz, en pocos minutos, de generar grandes cambios metabólicos para dar respuesta a una situación de peligro. De este modo, retarda procesos digestivos, y aumenta el flujo sanguíneo bombeado por el corazón para enviar más sangre a todo el conjunto de los músculos del aparato locomotor, aportando más glucosa a los mismos y disminuyendo la cantidad de “sustancia P” (péptido transmisor del dolor) emitida por dicha musculatura.
De este modo, podemos comprender, grosso modo, como se produce este curioso proceso. No obstante, así como un estrés puntual puede generar una analgesia breve, un estrés mantenido en el tiempo, como el que podemos padecer por actividades de la vida diaria (laborales, familiares, personales…) genera una actividad muscular excesiva que puede derivar en lesión.