En las últimas décadas se han modificado diversos factores socioculturales en el mundo. Entre ellos la alimentación, el aumento de horas de trabajo, la aparición de comidas rápidas, el uso de las tecnologías, entre otras. Todo esto hace que nuestro estilo de vida sea más sedentario que hace unos años. No importa la edad, ni el sexo, ni el estatus social en el que te encuentres, pero sí que influye el tipo de trabajo que tenga cada uno, ya que variará el nivel de actividad física.
Referente al ámbito laboral, hay trabajos que necesitan de una mayor actividad física. Pero hay otros muchos que favorecen el estilo de vida sedentaria. En las ciudades son frecuentes los trabajos sedentarios. Estos son todos donde se trabaje dentro de una oficina ya que implican estar 8 o más horas sentados delante de un ordenador en la misma posición y esto es lo que, con el tiempo, repercute negativamente en nuestra salud:
Patologías más frecuentes del sedentarismo
Propensión a la obesidad
La persona sedentaria no gasta las calorías que consume. Estas se almacenan como grasa en áreas como el abdomen, lo que aumenta su volumen.
Disminución de la densidad ósea
La baja actividad física hace que los huesos y los músculos se debiliten, con lo que es posible que aparezca antes de tiempo la osteoporosis.
Empeoramiento de la condición física
Cansancio inmediato delante de cualquier actividad física como subir escaleras, caminar, correr, etc.
Aumento del volumen de grasas
Almacenamiento de colesterol en las arterias y venas. Esto repercute en el sistema circulatorio haciendo que el corazón reciba menos sangre de la que debería y éste, a su vez, tenga más trabajo para repartir la sangre hacia todo el organismo.
Dolor
El hecho de que el sistema musculoesquelético tenga que soportar un peso bastante mayor al que debería genera dolores en articulaciones y músculos constantemente, generalmente en cuello y espalda. Propensión a desgarros musculares, esguinces, problemas en tendones, etc.
Por todas estas consecuencias es importante llevar un estilo de vida saludable. Evitar el sedentarismo en la medida de lo posible es importante. Es cierto que, si se trabaja en una oficina 8 horas al día, durante la jornada laboral quizás sea más complicado evitar el sedentarismo. Pero nos podemos poner como pauta cada hora hacer algunos ejercicios de movilización del cuello, brazos y piernas en el mismo puesto de trabajo. También se puede cada 2 horas levantarse para estirar un poco las piernas.
En nuestra vida cotidiana podemos compensar un trabajo sedentario. Si usamos el transporte público podremos bajar una parada antes o subir una después. No usar las escaleras mecánicas e intentar practicar algún deporte o alguna actividad física ni que sea el fin de semana, si entre semana no es posible.
Eliminar el sedentarismo es un trabajo de todos. Desde la familia, educando con el ejemplo, compartiendo con los hijos o los amigos el deporte o actividad al aire libre. También llevando una dieta equilibrada, limitando las horas de uso de aparatos electrónicos, etc.
Tu salud te lo agradecerá.