El síndrome del latigazo cervical o whiplash cervical, se produce por un impacto lateral o trasero en el coche. Después de descartar que existe una lesión mayor (fractura vertebral, infarto medular), ¿cuál es la mejor manera de abordar este síndrome? Esta cuestión y otras son las que vamos a resolver en esta noticia, basándonos en la literatura científica actual.
Síntomas síndrome del latigazo cervical o whiplash
El comienzo de los síntomas puede ser inmediato, o en muchos pacientes retrasarse hasta las 12-48 horas tras el accidente. Aproximadamente entre el 30-60% de los afectados padecen dolor agudo en el cuello y síntomas asociados (principalmente neurovegetativos). Los siguientes síntomas son los que se presentan con mayor frecuencia después de una colisión automovilística como:
- Dolor en la región del cuello.
- Cefalea.
- Alteraciones visuales.
- Vértigo.
- Debilidad y falta de fuerza.
- Parestesias.
- Alteraciones de la concentración, memoria y alteraciones psicológicas.
- Síndrome del túnel carpiano.
- Disfagia.
- Dolor de espalda (lumbar).
- Disfunción en la articulación temporomandibular.
Clasificación latigazo cervical o whiplash
No es sencillo clasificar por niveles de gravedad al síndrome de latigazo cervical (SLC). Esto es debido en gran medida a la variabilidad de la sintomatología, la subjetividad de los mismos y sus repercusiones psicológicas.
Síndrome cervical local
Caracterizado por rigidez y dolor de cuello. Se considera disfunción benigna que se limita a una alteración de la columna cervical con componentes neuropsicológicos o sensoriales involucrados.
Síndrome cervical descendente
Disfunción cervical que cursa como un síndrome cervicobraquial. Además está asociado a la radiculopatía.
Síndrome cervical ascendente
Disfunción cervical que cursa con alteraciones oculares, cognitivas, vestibulares y psiquiátricas. Llamado también síndrome cervicoencefálico.
Fases del latigazo cervical
Fase aguda
Se ha demostrado que la terapia manual disminuye la hiperalgesia mecánica cervical a corto plazo. Además tiene efectos positivos a largo plazo sobre el dolor y la discapacidad. Por lo que el tratamiento mediante movilizaciones y ejercicio cuenta con evidencia científica. Pero otras modalidades como la estimulación transcutánea, el ultrasonido, calor o hielo no cuentan con apoyo científico que refleje un aporte favorable a la recuperación.
Fase subaguda
Técnicas como las manipulaciones, tracciones cervicales, láser o almohadas cervicales no se recomiendan por carente evidencia científica. Cuando el paciente se estabiliza y a las 2 semanas no se percibe una evolución favorable (aumento del rango de movilidad, disminución del dolor, etc.) Se debe dar de alta al afectado y pautarle un programa de ejercicios y recomendaciones para llevar a cabo en casa. Si el paciente es incapaz de realizar sus actividades con normalidad, necesitará una reevaluación completa. En cambio, si persiste dolor, pero sí puede llevar a cabo sus actividades cotidianas, daremos por resulto el SLC. A largo plazo el pronóstico es bueno, siendo raras las afectaciones permanentes, y la sintomatología se reduce con el paso del tiempo en frecuencia e intensidad. El ejercicio pautado no disminuirá el dolor, pero sí mejorará notablemente la función, y esto el paciente debe saberlo.
Fase crónica
Medicación como analgésicos y antidepresivos pueden utilizarse de forma paliativa para combatir el dolor, pero no se dirigen a ninguna causa específica del dolor. Las diferentes modalidades fisioterapéuticas llegan a tener una ligera mejora en su efectividad, si se puede determinar la estructura anatómica que origina el dolor en el paciente.
Tratamiento de fisioterapia
La fisioterapia precoz es el mejor tratamiento para el paciente que ha sufrido el latigazo cervical recientemente. Además, también lo es para el que padece sintomatología crónica.
Para el tratamiento del dolor, tanto cervical como de tipo cefalea, la punción seca, osteopatía, la terapia manual y el ejercicio terapéutico han demostrado ser imprescindibles tanto de manera aguda como crónica. Todos ellos, consiguen efectos analgésicos tanto a corto como a largo plazo. Además, el ejercicio terapéutico, ha demostrado ser también efectivo con la sensación de vértigo e inestabilidad.
Cuando la sintomatología del Whiplash Cervical, por diferentes motivos, se vuelve crónica, la farmacoterapia no ha demostrado ser eficaz, sin embargo, el enfoque bioconductual de la educación terapéutica de fisioterapia, parece ser la clave para tratar este síndrome.
¿Es necesario utilizar el collarín? ¿Qué nos aporta su uso?
Es muy común ver a la gente utilizando collarín después de haber sufrido un accidente de tráfico. Sin embargo, no se encuentran hallazgos de que el uso del collarín sea mejor que otras opciones terapéuticas.
De hecho, en un estudio realizado en España por J. L. Arranz et al, concluyen que la sintomatología dolorosa residual, disminuye claramente cuando se comienza la fisioterapia de manera precoz, pero que el uso del collarín durante más de dos semanas incrementa significativamente el porcentaje de personas con dolor residual.
Por tanto, podemos sacar en claro, que el collarín no tiene ningún valor terapéutico, especialmente si contamos con un tratamiento de fisioterapia precoz y específico.
Actualmente la tendencia está en no inmovilizar más de 72 horas, ya que hay estudios que afirman que una inmovilización prolongada retarda el proceso natural de curación y aumenta incluso los riesgos de desarrollar síntomas crónicos. Como consecuencia de la ortesis se origina atrofia de la musculatura por desuso, facilitando contracturas y acortamientos, incrementando la dependencia y dando sensación de discapacidad. Dicho de otra manera, hay evidencia que justifica que el retiro temprano del collarín cursa con una menor incidencia de complicaciones o persistencia del dolor.
Pronóstico
Dependiendo de la severidad del problema, la mayoría de las personas se pueden recuperar en forma completa en unos meses a pesar de la medicación para el dolor, de ejercicios y de otros tratamientos.
Algunas personas pueden seguir con dolor o síntomas por meses o, inclusive, años después del accidente. Es difícil predecir el desarrollo, pero por lo general, un dolor crónico se puede presentar cuando los síntomas iniciales son severos, con inicio rápido de dolor, cefaleas y dolor intenso que irradia hacia los brazos.
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