El esguince es la lesión más frecuente del tobillo. En concreto, el esguince de tobillo es una de las patologías más habituales en Atención Primaria; así como una de las lesiones más frecuentes dentro del ámbito deportivo. Se trata de una lesión de los ligamentos, es decir, de las estructuras que se encargan de proteger a la articulación y unir un hueso a otro. Esta lesión se produce por una elongación excesiva de estos ligamentos, provocada por un movimiento que sobrepasa los límites de amplitud de movilidad de esta articulación. Lo cual hace que estos ligamentos se vuelvan muy elásticos y pierdan la tensión que tienen para mantener estable la articulación. En el post de hoy hablaremos sobre los tipos de esguince de tobillo y sus tratamientos.
La causa más normal de un esguince se debe a un efecto traumático; una caída con todo el peso del cuerpo sobre la articulación en un movimiento forzado y brusco. Lo que supone la distensión o rotura de los ligamentos de la cara externa o interna del tobillo. El esguince más frecuente es el de los ligamentos externos del tobillo, siendo el que más afecta el ligamento peroneoastragalino anterior, producido por un movimiento de inversión forzada, en el que el pie se va hacia adentro.
Tipos de esguince de tobillo
- Esguince de Grado I (Leve). Se produce una distensión o elongación de los ligamentos, sin rotura. Hay una leve inflamación y dolor, sin o con una mínima pérdida de funcionalidad, por lo que el paciente puede comenzar su actividad deportiva en 2 ó 3 semanas.
- Esguince de grado II (Moderado). Rotura parcial de los ligamentos, produciendo edema y hematoma sobre las estructuras afectadas. Cursa con una limitación parcial de la función y de la movilidad, que necesitará un reposo de 3 a 6 semanas antes de retomar la actividad deportiva.
- Esguince de grado III (Severo). Son los más graves y suponen la rotura completa de uno o más ligamentos, pero rara vez suponen cirugía. Aparece un edema instantáneo y hematoma, y conlleva una inestabilidad articular, una pérdida de la función y de la movilidad articular.
Tratamiento en fase aguda (Primeras 72 horas)
El tratamiento inicialmente va a tener como objetivo disminuir el edema y controlar el dolor y se va a basar en el concepto RICE:
- Reposo. Fundamental para eliminar carga sobre el tobillo. Realizaremos un reposo relativo, haciendo movimientos activos o pasivos del pie sin apoyo. Se puede llegar a recomendar el uso de 1 o 2 muletas para disminuir el apoyo en ciertos casos.
- Hielo. La aplicación de hielo provoca una vasoconstricción localizada, por lo que nos va a convenir su aplicación cuando tenemos una inflamación importante, para que no nos limite la movilidad y exista peligro de estasis sanguínea.
- Compresión. Realizaremos un vendaje con el fin de eliminar la inflamación localizada en la zona y estabilizar la articulación para que el paciente no fuerce sobre el ligamento dañado.
- Elevación. Evita una mayor inflamación y descarga tensión en la articulación.
Tratamiento en fases posteriores
Desde la fisioterapia comenzaremos a trabajar con movilizaciones articulares para recuperar la movilidad completa de la articulación, electroterapia que nos ayudará a reducir la inflamación y el dolor y acelerar la recuperación de los tejidos dañados, ejercicios isométricos, vendajes funcionales, tratamiento del tejido muscular, fortalecimiento de la musculatura periarticular aompañada de estiramientos; y en fases más avanzadas, continuaremos con un trabajo propioceptivo, cargas excéntricas, reeducación de la marcha, pliometría y por último un trabajo del gesto deportivo para reanudar de forma rápida y segura la práctica de la actividad deportiva.
Recomendaciones generales
- Realizar baños de contraste pasadas las 72 horas. Empezando con 3 minutos de calor y 1 minuto de frío, acabando con calor, repitiendo esto 3 veces al día.
- No aplicar el hielo directamente en la piel porque puede llegar a quemar. Usar una servilleta o un paño fino para aislar la piel del contacto directo.
- Realizar un calentamiento previo a la actividad física para reducir la posibilidad de lesión que puede conllevar la realización de una actividad deportiva.
- Utilización de un calzado adecuado para la actividad deportiva que vayamos a realizar; que nos permita disminuir el esfuerzo y la tensión en las extremidades inferiores, y nos sirva de protección mecánica al pie.
- Realizar trabajos de propiocepción, para mejorar la coordinación y el equilibrio.
- Fortalecer la musculatura de la pierna y del pie.
- Práctica de la técnica adecuada o gesto deportivo para la correcta realización de la actividad deportiva.
Bibliografía
- A. Martín Urrialde, S.Patiño Núñez, A.Bar del Olmo. Chronic ankle inestability in athletes. Prevention and physical therapy action. Rev. Iberoam Fisioter Kinesol 2006;9(2):57-67
- Kethzael García Padrón. Propuesta de rehabilitación funcional para el tratamiento del esguince de tobillo e inestabilidad lateral en atletas de alto rendimiento. Orthotips, 2016,vol.12 No.1