Cuando nos diagnostican una protrusión discal o una hernia de disco lo primero que nos viene a la cabeza es que nos vamos a quedar inválidos. Esto se debe al desconocimiento respecto a estas patologías del disco vertebral. ¿Cuántos tipos de hernias y protusiones existen? Lo explicamos.
En este articulo vamos a ver las diferencias entre protrusión discal y hernia, así como los tipos que existen. Ya que no todas son iguales y sufrir una de ellas no debe ser algo incapacitante ni definitivo. Para perder el miedo a esta patología lo mejor es conocer los mecanismos que las producen y como podemos actuar ante ello.
Recuerdo anatómico
El disco vertebral es una estructura que se encuentra entre dos vertebras. Su función es la de amortiguar las cargas que sufre la columna para proteger las propias vertebras como las ramificaciones nerviosas que salen de la medula. El disco está formado por:
- Núcleo pulposo: es la parte central, del disco, está formada en casi un 90% de agua y sus bordes están compuestos por un tejido fibroso.
- Anillo fibroso: formado por tejido cartilaginoso, compuesto de fibras de colágeno. Su función es que el núcleo pulposo no salga del espacio entre las vértebras protegiendo la integridad del disco.
Este disco con el paso del tiempo está sometido a tensiones repetidas y puede sufrir una degeneración en las fibras del anillo fibroso. Produciendo una deshidratación de las estructuras creando pequeñas fisuras o desgarros discales, lo que puede producir dolor en la espalda o inflamación cerca de la lesión.
Es una zona con escasez de vascularización por lo tanto su regeneración muy escasa o prácticamente nula.
Protrusión discal VS hernia discal
Una protrusión discal consiste en la rotura parcial de las fibras internas del disco, por lo tanto, el núcleo del disco se desplaza por esa fisura y empuja (protruye). La protrusión discal en la mayoría de casi no da sintomatología, pero hay casos en los que puede estrechar el canal medular o provocar estrechamiento en alguna rama nerviosa que salen de la medula. Los síntomas más comunes en protrusión discal son dolor agudo, espasmos musculares y dolores nerviosos en miembros superiores o inferiores dependiendo de la zona en la que se encuentra.
En cambio, una hernia discal se produce cuando la rotura de las fibras internas del disco es mayor y se puede producir la expulsión de una parte del núcleo. El contenido del disco que esta entre los cuerpos vertebrales sale fuera del anillo fibroso. Dependiendo de la zona hacia la que salga las consecuencias pueden ser diferentes.
Lo primero que ocurre cuando aparece una hernia discal es un proceso inflamatorio que provocara dolor y compresión. Cuando el contenido del disco sale hacia las raíces nerviosas o el canal medular puede dar como síntomas dolor, alteración de la sensibilidad, perdida de fuerza o perdida de función de los músculos inervados por esa rama afectada.
Al comprimir alguna de las estructuras del sistema nervioso puede generar dolores irradiados en miembro inferior o superior (radiculopatía). El tamaño de la hernia no tiene correlación con los síntomas del paciente.
En los casos menos graves la hernia está contenida por el ligamento vertebral común posterior, aunque esto no evita que se produzca compresión nerviosa. En los casos más graves de hernia discal se puede romper este ligamento y el núcleo pulposo penetra en el canal raquídeo produciendo una compresión aún más fuerte.
La protrusión es más leve que la hernia ya que el núcleo pulposo no sale de aun del anillo fibroso
Incidencia
Las hernias o protrusiones más comunes aparecen en la zona lumbar principalmente y en la zona cervical. En la zona dorsal es muy raro que aparezcan ya que al estar la parrilla costal la columna dorsal es una zona mucho más estable y con menos movilidad que cervical y lumbar.
- Lumbar: es la más común de todas, normalmente aparecen entre las vértebras L4-L5 y entre L5-S1.
Se estima que la padecen entre 5 y 20 personas pro cada 1000 adultos al año. La edad de mayor prevalencia es entre los 30 y 50 años, siendo el 95% de los casos hernias de disco entre L4-L5 y L5-S1.
Es más común la aparición en hombres.
- Cervical: menos comunes que las lumbares, normalmente se encuentran entre C5-C6 y C6-C7.
Tipos de hernia
Según su localización:
- Cervical – Menos comunes que las lumbares, se originan en la región del cuello
- Dorsales – Prácticamente inexistentes.
- Lumbares – Las más frecuentes.
Según su orientación:
- Medial – suelen producir síntomas mecánicos, una lumbalgia simple y no suelen producir dolor irradiado salvo que sean de un tamaño importante.
- Posterolateral – es la más común de todas. Comprimen la parte lateral por donde circulan las raíces nerviosas. Sus síntomas son dolor lumbar, y producen dolor por la pierna o brazo según sean lumbares o cervicales.
- Foraminal – se producen en el agujero de conjunción por lo tanto comprimen directamente el nervio. Los síntomas que producen son nerviosos como ciáticas o parestesias nerviosas.
- Extraforaminal – Se producen en una zona más lateral que las anteriores y los síntomas que producen son dolores en todos los movimientos de compresión.
Causas que producen hernias o protrusiones
Las principales causas de aparición de esta patología son:
Hernia cervical
- Degeneración vertebral – Artrosis, descalcificación.
- Contracturas cervicales – En numerosos casos al estar la musculatura del cuello contracturada se produce una constante presión entre las vértebras que ocasionara aplastamiento discal y la herniación del disco. Por eso la importancia del masaje descontracturante de cuello tanto en la terapia de la hernia como en la prevención.
- Malos hábitos posturales–La postura es una de las principales causas de aparición, mantener posturas mantenidas en flexión cervical principalmente (con el uso del ordenador, del móvil etc.) favorecen la aparición de hernia. Por eso la importancia de la postura en personas que trabajan con el ordenador.
- Ansiedad y estrés – Es importante contralar la ansiedad y el estrés ya que son los causantes de acumular tensión en la zona cervical.
- Causas viscerales – Por alteraciones del hígado o el estómago.
Hernia lumbar
Normalmente la degeneración del disco y la aparición de radiculopatías surgen por la combinación de varios factores.
Como los discos vertebrales no tienen irrigación sanguínea como otras estructuras, sino que la consiguen pro difusión, hace que el movimiento y la compresión sean indispensables para la nutrición del disco.
Si el paciente es sedentario se produce una “malnutrición” del disco que puede ocasionar a largo plazo una desecación del mismo produciendo una degeneración y debilitamiento del anillo fibroso. Otros factores que favorecen la aparición de hernias o protrusiones en la zona lumbar son:
- Mala postura.
- Movimientos espasmódicos.
- Levantamiento incorrecto de objetos pesados.
- Sedentarismo.
- Lesiones o traumatismos.
- Deformidades congénitas.
CIATICA ¿Cuantos TIPOS hay y como se diferencian? Fisiolution
Diagnóstico
Normalmente hace falta un examen físico exhaustivo, combinado con una anamnesis completa. Hace falta una exploración palpatoria, ver la función de la función motora, sensorial y refleja para determinar el nivel donde se encuentra la raíz nerviosa afectada.
También hay que valorar fuerza muscular para detectar posibles debilidades.
Pruebas complementarias
- Resonancia magnética (RM) – Es el estudio de imagen que proporciona un diagnóstico más preciso de esta patología de disco. Se puede observar el tamaño y la localización de la hernia con precisión, así como ver si esta comprimiendo y afectando a las raíces nerviosas.
- Tomografía computarizada (TC) – Se usa en casos de traumatismos para ver la integridad de las vértebras. En comparación con la resonancia magnética la imagen que obtenemos del canal espinal y la resolución son inferiores.
- Electromiografía (EMG) – En caso de padecer trastornos sensitivos o neurológicos durante el examen físico podemos averiguar el grado de daño que se ha producido en las fibras nerviosas afectadas.
Hay numerosas ocasiones que, aunque aparezca una lesión en el disco no tiene que ser las causas de los síntomas por los que acude el paciente. Ya que en muchos casos las hernias o protrusiones que aparecen son asintomáticas.
Tratamiento fisioterapia
El tratamiento de fisioterapia no restaura los discos vertebrales dañados. El objetivo del tratamiento es fomentar el proceso de regeneración natural del disco y la eliminación de los síntomas. También la de prevenir en la aparición de la hernia o de que existan recaídas.
Principalmente el tratamiento consistirá en ejercicio terapéutico ya que es la. Medida conservadora más eficaz. Contrariamente a lo que podamos pensar el reposo es contraproducente. Las técnicas más eficaces en fisioterapia para el tratamiento de hernias discales son:
- Masaje descontracturante, principalmente indicado en hernias cervicales que tienen mucha tensión muscular.
- Tracción vertebral, para eliminar esas e tensiones.
- Técnicas manuales de relajación miofascial
- Educación del paciente en el dolor.
- Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS)
- Electro punción.
- Ejercicios terapéuticos.
- Ejercicios de Core
- Ejercicios de fortalecimiento
- Estiramientos
- Técnicas de neurodinamia, son técnicas que buscan flexibilizar los nervios con el fin de eliminar compresiones y adherencias.
- Técnicas de relajación para el estrés y la ansiedad.
- Reeducación postural global (RPG).
- Bomba diamagnética.
A continuación, presentamos un video en el cual aparecen una serie de ejercicios para el tratamiento de la hernia discal lumbar y también del tratamiento con bomba diamagnética.
Consejos
Para prevenir la aparición de hernias o protrusiones discales tenemos que enfocarnos en los procesos que las producen e intentar evitarlos:
- Contralar nuestro peso corporal.
- Hacer ejercicio con regularidad, en este caso hincapié en fortalecer toda la espalda.
- Mejorar nuestros hábitos posturales, principalmente en el trabajo que es donde pasamos la mayor parte del tiempo y por lo tanto es necesario tener una postura ergonómica.
- No levantar grandes pesos y si se hace siempre mantener la espalda recta y doblar las rodillas a la hora de levantar.
Conclusiones
La apreciación de las hernias discales ha cambiado con el tiempo, antes se solía pensar que era un problema para toda la vida y no es así. Una vez hemos corregido la postura, devuelto la función a lacolumna y han desaparecido los síntomas podemos empezar a olvidarnos de ella.
Hay muchas personas que son diagnosticadas por hernia cuando no tienen síntomas, al hacerse una resonancia magnética para otra patología han aparecido, ya que muchas hernias o protrusiones discales son asintomáticas.
Es verdad que hay casos graves en los que no queda más remedio que someterse a una cirugía, pero en la mayoría de casos esto no es necesario.
Bibliografía
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