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Tortícolis: causas y tratamiento

Antes de meternos en materia y hablar sobre la torícolis, las causas y tratamiento, debemos saber que la región del cuello forma parte de la columna vertebral. La cual se encuentra dividida en 5 partes (cervical, dorsal, lumbar, sacro y coxis), cuya función es de sostén y protección de la médula.

Zona cervical

Además, la zona cervical sirve de unión y soporte de la cabeza, que como dato curioso se establece que su peso está entre 3 y 5 kilos. Este peso craneal está encima de una base articular muy ágil pero pequeña y frágil. La unión cabeza-cuello es una zona delicada del cuerpo humano, en la que cada estructura tiene influencia sobre la estabilización y movilidad de toda la región. En ella encontramos gran variedad de músculos y ligamentos pequeños pero fuertes para conseguir una buena unión entre C0 (hueso occipital del cráneo) y la primera vértebra cervical átlas(C1).

La importancia de la estabilización

Las dos primeras vértebras son fundamentales para tener una buena estabilización, sin ella puede haber muchas complicaciones desde cosas leves hasta circunstancias muy graves como la muerte o quedar tetrapléjico. Por tanto, esa estabilidad se antoja fundamental y por ello debemos tener una musculatura fuerte y estable. Este conjunto de músculos que abarcan la región del cuello y cabeza, que es muy variado, tienen una gran capacidad de estabilización de la cabeza, al tiempo que la dejan libre para realizar cualquier movimiento preciso en cualquier plano.

En cuanto al movimiento hay que tener en cuenta dos estructuras, la musculatura y las vértebras cervicales. Las vertebras cervicales son siete,  se caracterizan por ser pequeñas y móviles, ya que realizan varios movimientos (flexión, extensión, rotación y lateroflexión) ayudados por el disco vertebral que permite el deslizamiento de las vértebras.

Para asegurar el movimiento incesante de la cabeza, diversos músculos tienen que relajarse mientras otros se contraen y lo deben hacer de una manera muy exacta y precisa (sinergia), como si se tratara de un reloj, todo se realiza al mismo compás. En el caso de que los movimientos no sean acompasados y sincronizados se puede producir una contracción muscular prolongada en la región del cuello y hombros que originaría dolor e incapacidad de movimiento. Este tipo de lesión es muy común y se puede producir a cualquier edad, la cual se conoce como tortícolis. El nombre de tortícolis viene del francés “tortícolis” establecido en 1532 por Rabelais donde tort significa girar y collu (m) cuello.

¿Qué caracteriza a la tortícolis?

La tortícolis se caracteriza por ser una lesión del cuello que provoca la inclinación o rotación de la cabeza hacia un lado. Esta lesión se da en forma de contractura o distonía mantenida provocando una postura antiálgica de la cabeza para protegerse del dolor, ya que aparecerá al rotar o inclinar la cabeza. El principal musculo afectado son los esternocleidomastoideos (ECOM) que realiza rotación contralateral y lateroflexión del mismo lado. Mientras que el trapecio, escalenos y angular de la escápula también se pueden ver afectados.

Etiología

Las causas de la tortícolis pueden ser:

  • Hereditaria por influencia genética o adquirida.
  • Congénita, viene derivado del parto o complicaciones del embarazo (generalmente mala postura del feto).
  • Como resultado de una lesión muscular provocada por una mala postura, posiciones mantenidas (una bastante habitual es por haber dormido en mala posición durante mucho tiempo) o movimientos bruscos.
  • También el estrés o la fatiga pueden predisponer a ella.
  • Una lesión traumática (latigazo cervical), la más habitual es por accidentes de tráfico.
  • Infecciones bacterianas o víricas.
  • Secundaria a una lesión vertebral, la más habitual es como reacción a una hernia de disco a nivel cervical o por fractura / fisura de la propia vertebra.
  • Idiopática.
  • Afectación del sistema nervioso o factores hereditarios.
  • Estar expuesto a un ambiente frío o tener contacto directo con algún objeto o material frío de manera prolongada puede provocar espasmo muscular. Un ejemplo claro es estar debajo del aire acondicionado en el trabajo o lugar de estudio.
  • Alteraciones vertebrales como la hernia de disco, escoliosis o alteraciones de las vértebras C1 y C2.
  • Efecto secundario a la ingesta de ciertos medicamentos.

Sintomatología de la tortícolis

Los síntomas de la tortícolis son de fácil detección, entre ellos se encuentran:

  • Dolor cervical o rigidez de la musculatura anterior y posterior del cuello.
  • Mareos, vértigos y/o dolor de cabeza, especialmente si está afectado el músculo esternocleidomastoideo (ECOM).
  • Limitación de la movilidad, seguida de dolor sobre todo en rotación y lateroflexión (inclinaciones).
  • Posturas antiálgicas de la cabeza, para tener el menor dolor posible en el día a día.
  • Hormigueos y/o irradiaciones hacia los brazos, esto sucede en el caso de que produzca un pinzamiento nervioso, debido a esa contracción fuerte de la musculatura.
  • Hinchazón de la zona afectada.
  • Tinnitus, que son pitidos/zumbidos en los oídos

Tipos de tortícolis

Tortícolis muscular congénita: Originada por una mala posición del feto en el útero durante el embarazo o en el proceso del parto sobre todo si es natural. Esto provoca la desviación de la cabeza hacia un lado provocando el acortamiento muscular del lado sobre el que se encuentra apoyado. Como resultado de ello, genera una asimetría facial y puede venir acompañado de plagiocefalia. Que es una patología habitual en los bebes, que provoca que el hueso occipital se desarrolle un poco plano.

Tortícolis del recién nacido o del niño: Presenta una tumefacción de forma ovoide a nivel del tercio inferior del ECOM. Este tumor se desarrolla en un periodo aproximado de 2 meses y después se reabsorbe.

Tortícolis muscular: Aquella que aparece por las causas ya mencionadas anteriormente, es la más común y suele aparecer con frecuencia en la sociedad actual.

Idiopática: Aquella que se desconoce el origen de la patología.

La espasmódica psicógena. Producida por factores emocionales principalmente son 3: estrés, ansiedad, fatiga (tanto mental como física).

¿Cuál es el mejor tratamiento de la tortícolis?

Lo primero que tenemos que hacer para abordar el tratamiento es identificar la sintomatología y la causa de la lesión. Por ello, antes de comenzar el tratamiento como tal debemos realizar una anamnesis (entrevista al paciente sobre todo lo relacionado con su dolor) y pruebas ortopédicas para llegar a un buen diagnóstico clínico.


En el caso de la tortícolis congénita o traumática interesaría hacer una radiografía o resonancia para comprobar la estabilidad de la columna vertebral y cerciorarnos de que a nivel óseo (vertebras) no haya ninguna lesión o patología.

Para el tratamiento podemos emplear diferentes técnicas:

Termoterapia: Es la aplicación de calor local y seco con el fin de relajar la musculatura. Se aplica directamente sobre la zona afectada con un total de tres veces al día unos 15-20 min, nunca más de 30 ya que puedes inflamar más la zona afectada.

Electroterapia: podemos aplicar ultrasonidos, onda corta, microonda para conseguir un calor más profundo y reducir la inflamación de la zona. En el caso de que el paciente se encuentre con mucho dolor podremos aplicar Tens para reducirlo.

Masaje terapéutico y tratamiento miofascial: con el que buscamos una relajación y normalización del tono muscular para reducir la tirantez y dolor. Además, si existe hormigueo o dolor de cabeza mediante esta técnica también se puede conseguir la reducción de presión sobre las raíces nerviosas. En el caso de que no sea muy eficaz podemos recurrir a un método más invasivo como la punción seca, que suele ser más eficaz y la mejoría es más inmediata.

Cinesiterapia: son movilizaciones tanto pasivas como activas que buscan la recuperación del movimiento normal, en este caso de la cabeza. Con ello conseguimos más movilidad y reducción del dolor.

Ejercicios y estiramientos: En la fase más aguda de la lesión realizaremos estiramientos suaves (nunca puede haber dolor) para reducir dolor y conseguir una elongación de la musculatura con el propósito de reducir las contracturas musculares que sufre la musculatura. En cuanto al ejercicio, empezaremos en cuanto el dolor sea un poco tolerable, realizaremos ejercicios de fuerza y tonificación y de movimiento. Estos ejercicios sirven como tratamiento y como prevención de una recaída.

En casos de mucho dolor e inflamación se podría usar la diatermia.

RPG: Es un tipo de terapia basada en el estiramiento activo acompañado de la respiración donde además de relajar la musculatura, se busca una corrección postural. Abarcando así el dolor y corrección de las deformidades. Es una técnica que requiere paciencia y constancia, suele ser sesiones de una hora y supone bastante esfuerzo por parte del paciente. Al final buscamos una reeducación postural activa por parte del paciente donde el fisio marca las correcciones y respiraciones para buscar esa mejora. Lo ideal es hacer una fotografía al empezar y acabar la sesión para valorar si la sesión ha sido efectiva y ver objetivamente los cambios.

Entrenamiento personal: Con ello buscamos tonificar toda la zona cervical para dar estabilidad a la cabeza. Con ello evitaremos sufrir dolores de cuello al tiempo que tenemos una musculatura fuerte, estable y funcional. Todo ello será adaptado a las características del paciente, el cual deberá seguir unas pautas para conseguir los objetivos propuestos por el profesional.

Osteopatía: es una rama de la fisioterapia, en la que se suele emplear técnicas manipulativas para abordar los problemas de movilidad y reducir la tensión muscular, aunque también hacen abordajes viscerales o craneales. Por ello, esta rama puede ser ventajosa cuando encontramos problemas de movilidad vertebral, aunque hay que tener en cuenta que estas manipulaciones necesitan el permiso del paciente, y debemos conocer previamente que no tienen ninguna patología ósea general (osteoporosis, osteopenia) o localizada (artrosis, hernia, protrusión, etc.) para realizar de forma segura dicha manipulación. Esta rama se puede realizar en niños pequeños.

Pilates: Es un tipo de ejercicio destinado al fortalecimiento muscular sobre todo de la musculatura CORE, además de conseguir mayor flexibilidad, coordinación y movilidad en todas las regiones del cuerpo, mejorando así indirectamente la postura. Es un ejercicio muy completo que puede desarrollarlo cualquier persona independientemente de su edad, sexo o problemas físicos.

Psicología: Abordamos la lesión desde otro punto de vista y valoramos si las emociones, estrés, presión laboral, depresión, miedos pueden estar relacionado con la lesión y en caso afirmativo, orientar al paciente en cómo mejorar esos estados para mejorar tanto a nivel físico como mental, además de derivarle a un especialista para poder afrontar esos problemas.

En cuanto a medicación, los fisioterapeutas no somos aptos para hacer ningún comentario al respecto, corresponde al médico y farmacia. Lo que si podemos sugerir es que se ingieran lo menos posible para no enmascarar el dolor, ya que hay casos que se toman la medicación hacen como si estuvieran bien al pasarse el efecto el dolor es mayor.

Recomendaciones para la tortícolis

No existe una forma de prevención conocida, pero podemos decir que el tratamiento temprano evita que vaya a más y que se vuelva un dolor crónico y reduce los plazos de recuperación. Lo ideal es tener los músculos del cuello relajados, fuertes para tener una buena movilidad y estabilización de la cabeza. Además, hay que reducir el estrés, tener buenas posturas en el trabajo y en la vida doméstica y realizar deporte para tener un ritmo de vida saludable. También debemos tener una buena almohada en la que no estemos ni muy altos ni muy bajos o sujetar el teléfono con la oreja.

Algo importante que queremos destacar es que el collarín no forma parte del tratamiento, si no de la prolongación de este salvo que exista un problema óseo a nivel vertebral o después de un latigazo cervical muy fuerte. En el resto de los casos está totalmente contraindicado, ya que ralentiza la recuperación, porque limita la movilidad y fomenta la pérdida del tono muscular.

Para reforzar la prevención de un a tortícolis podemos realizar una vez al día ejercicios de estiramientos. También podemos aplicar calor en forma de manta eléctrica, saco de semillas o baños de contraste cuando haya dolor.

Bibliografía

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Pereira-Almagro, M. L. (2014). Efectividad de la fisioterapia en el manejo de la distonía cervical: Una revisión sistemática.

Bravo Castillo, M. V. (2008). Terapia Manual en el Tortícolis Muscular Adquirida: Caso Clínico. Revista de Fisioterapia, 7(2).

Sáez Martín, P. (2018). Tratamiento fisioterápico en pacientes con tortícolis muscular congénita (TMC). Revisión bibliográfica narrativa.

Etiquetas: cervicales, cervicalgia, dolor, ejercicios, estiramientos, osteopatia, puncion seca, tortícolis

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