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Artrosis facetaria: Síntomas, manejo del dolor y el rol de la fisioterapia

La artrosis facetaria es una condición degenerativa que afecta las articulaciones facetarias de la columna vertebral.

Estas articulaciones, situadas en la parte posterior de la columna, son las que articulan verticalmente una vértebra con otra; y son cruciales para permitir el movimiento y proporcionar estabilidad a nuestro cuello y espalda.

 A medida que las personas envejecen, estas articulaciones pueden degenerarse, llegando a producirse una artrosis facetaria, que es una de las causas más comunes de dolor de espalda crónico.

En este artículo, explicaremos los síntomas, el manejo del dolor y el papel esencial de la fisioterapia en el tratamiento de esta afección.

¿Qué es la artrosis facetaria?

La artrosis facetaria es una forma de osteoartritis que afecta específicamente las articulaciones facetarias.

Estas articulaciones son sinoviales, lo que significa que están rodeadas por una cápsula llena de líquido sinovial que ayuda a lubricar y nutrir la articulación. Con el tiempo, el cartílago que recubre estas articulaciones puede desgastarse, lo que suele llamarse artrosis, provocando fricción entre los huesos, inflamación y dolor.

Es justamente este proceso inflamatorio y degenerativo, el que provoca cambios en el tejido articular dentro de la cápsula, empeorando la calidad del cartílago, que a su vez provoca un, aumento de la fricción, provocando cambios en la cápsula articular y el hueso adyacente. En algunos casos severos, pueden producirse crecimientos óseos en las zonas de más fricción, que a veces son llamados “pico de loro”, y que afectan muy negativamente en el pronóstico de la rehabilitación y de la recuperación total de la calidad de vida del paciente que lo padece.

Síntomas de la artrosis facetaria

Los síntomas de la artrosis facetaria pueden variar en intensidad, y varían de persona en persona, pero por lo general, suelen incluir los siguientes, en mayor o menor medida:

  • Dolor localizado: El dolor suele localizarse en la región lumbar o cervical, dependiendo de las vértebras de la zona afectada. Es común que el dolor empeore con la actividad física y mejore con el reposo en los primeros estadios, y a medida que progresa la lesión, comienza a dolor mucho también en reposo y tras intentar volvernos a mover después de haber estado bastante tiempo inactivos.
  • Rigidez: La rigidez matutina es un síntoma frecuente, por lo que comentábamos de la inactividad. Esta rigidez normalmente suele disminuir con el movimiento a lo largo del día, pero puede volver después de periodos de inactividad o de posturas inmóviles en el trabajo o nuestro día a día.
  • Dolor al tocar la zona: El área afectada puede ser sensible al tacto. Palpar las articulaciones facetarias que estén cursando con inflamación puede resultar doloroso, y los pacientes refieren sensibilidad en la zona afectada: les molesta apoyarse en ciertas superficies, llevar mochilas rígidas, etc.
  • Dolor que irradia: Cuando la afectación es a nivel lumbar, el dolor puede irradiarse hacia los glúteos, muslos o piernas. Cuando la lesión es a nivel dorsal o cervical, es más común que el dolor irradiado se concentre en los brazos, provocando síntomas como entumecimiento, hormigueo o dolor de carácter sordo, no punzante.

  • Limitación del movimiento: La artrosis facetaria puede limitar el rango de movimiento de la columna, dificultando actividades cotidianas. Si es a nivel lumbar, los pacientes suelen referir molestias al ponerse los calcetines o los zapatos, mientras que si es a nivel más alto, dorsal o cervical, suelen notarse muy rígidos a la hora de mirar los espejos laterales del coche, provocándoles dolor e inseguridad.
  • Espasmos musculares: Como respuesta al dolor, los músculos adyacentes a las articulaciones facetarias intervertebrales, suelen contraerse de forma automática. Esta tensión provoca dolor, aún más rigidez, y pueden producirse espasmos musculares locales, en respuesta a esta contracción sostenida, el dolor y la inflamación derivada de ella en la zona. Es más común que se produzcan cuando se toca la zona, pero en casos de mucha tensión, pueden producirse “tics” y espasmos sin ningún estímulo táctil previo.

Diagnóstico de la artrosis facetaria

El diagnóstico de la artrosis facetaria es complejo, ya que sus síntomas suelen ser originados por una miríada de lesiones, condiciones y afectaciones de la columna vertebral. Por ello, para realizar un buen diagnóstico que descarte posibles patologías alternativas que también cursen con síntomas parecidos a los de la artrosis facetaria, se suele incluir una combinación de:

  • Historia clínica: se entrevista al paciente, se evalúa los síntomas y antecedentes médicos que refiere el paciente, y se trata de recopilar toda la información posible sobre su estado de salud, accidentes, antecedentes familiares de enfermedades, etc.

  • Examen físico: se realizan test que evalúan la capacidad del paciente para realizar la movilidad del segmento vertebral a estudiar dentro de los rangos que se consideran “de normalidad”, su sensibilidad al tacto y a los movimientos, y se recogen datos sobre la intensidad y el tipo de dolor que sufre en la zona de la columna vertebral que creemos afectadas, y en qué contexto se produce.

  • Técnicas de imagen: nos apoyamos en radiografías, resonancias magnéticas (RM) o tomografías computarizadas (TC) para visualizar las articulaciones facetarias de la zona que creemos afectada y confirmar o descartar el diagnóstico de artrosis facetaria según cómo se presenten estas articulaciones en las técnicas de imagen y los cambios estructurales que podamos ver o no en ellas.

 

Manejo del dolor en la artrosis facetaria

El manejo del dolor en la artrosis facetaria es multifactorial e incluye diferentes tipos de intervención desde diferentes profesionales sanitarios y sus ámbitos de la salud:

Medicamentos
  • Analgésicos: Como paracetamol o AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) para reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones.

  • Relajantes musculares: suelen tomarse de noche, para reducir la contracción muscular refleja que produce el dolor, con la intención de aliviar los espasmos musculares y cortar el círculo vicioso dolor-contracción refleja-dolor.

  • Inyecciones de corticosteroides: se trata de la infiltración del medicamento directamente en las articulaciones facetarias para reducir la inflamación. Normalmente se utiliza cuando ninguno de los medicamentos anteriores controla lo suficiente el dolor como para que el paciente sea capaz de realizar la rehabilitación con la frecuencia deseada por culpa del dolor.

Recuerda que el uso de medicamentos sin receta es peligroso, y puede tener el efecto contrario al deseado. Esta información necesita ser complementada por un médico que analice tu caso y el resto de información en tu historial médico para determinar qué tipo de tratamiento, en qué dosis y durante cuánto tiempo es la mejor opción para ti, sin desembocar en efectos secundarios indeseados, como puede ser el empeoramiento de otra afección.

Terapia física
  • Fisioterapia: más adelante profundizaremos en el papel de la fisioterapia para la artrosis facetaria, pero básicamente se fundamenta en programas personalizados que incluyen ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y técnicas de movilización articular.

  • Terapia ocupacional: se encarga de ayudar a los pacientes a adaptar sus actividades de la vida diaria y laborales, mejorar su funcionalidad y prevenir futuras dolencias o incapacidad.

  • Aplicación de calor/frío: el contraste de temperaturas ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor en la zona afectada.

  • Terapia física: los medios físicos como la electroestimulación, la magnetoterapia etc., son utilizados en fisioterapia para calmar el dolor y aumentar el flujo sanguíneo, proporcionando cambios en la inflamación y el trofismo del tejido.
Cambios en el estilo de vida
  • Ejercicio regular: las actividades de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta pueden ayudar a mantener la movilidad y reducir el dolor durante la fase aguda de la recuperación. En fases más avanzadas de la recuperación, la actividad física debe orientarse hacia la ganancia de masa muscular y fuerza, tanto en las articulaciones afectadas como en el resto del cuerpo.

  • Control de peso graso: mantener una ratio saludable entre masa muscular y masa grasa es vital para reducir la carga sobre la columna vertebral y mejorar nuestra capacidad de fuerza y resistencia.

  • Cambios en los hábitos diarios: se ha de intentar adaptar la jornada laboral y las actividades de ocio para que no tengan posturas forzadas o sostenidas demasiado rato en el tiempo. El cambio de posición, los descansos, y el uso de elementos específicamente diseñados para la actividad (como escritorios elevables, herramientas específicas de construcción, etc.) son de vital importancia para prevenir lesiones y para evitar de empeorar las ya existentes.
Intervenciones quirúrgicas
  • Descompresión espinal: en casos severos donde se ven afectadas las ramas nerviosas de forma irreversible, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para descomprimir las estructuras nerviosas afectadas. Una de estas intervenciones podría ser la foraminotomia.

  • Fusión espinal o artrodesis: Se utiliza para estabilizar la columna vertebral y aliviar el dolor, fijando las vértebras entre sí dejando un espacio fijo y amplio entre una y otra. Ya hemos hablado de ellas en este blog, puedes encontrar la noticia bajo el nombre “artrodesis”.

El rol de la fisioterapia en la artrosis facetaria

Como adelantábamos antes, la fisioterapia juega un papel crucial en el manejo de la artrosis facetaria y sus síntomas. Los fisioterapeutas trabajamos para mejorar la movilidad, reducir el dolor y fortalecer los músculos de apoyo de la zona afectada.

Aquí se detallan algunas de las intervenciones más comunes que utilizamos en fisioterapia para esta tratar esta condición:

Ejercicios de fortalecimiento

El fortalecimiento de los músculos implicados en la zona lesionada, así como los del resto del cuerpo es vital para mejorar la calidad de vida del paciente, y para prevenir futuras lesiones o el empeoramiento de la artrosis facetaria. Dependiendo de en qué parte concreta de la columna vertebral se halle la artrosis, nos enfocaremos en fortalecer ciertas estructuras con más ahínco que otras.

Por ejemplo, si la artrosis facetaria está a nivel lumbar o dorsal bajo de la columna, nos centraremos en la primera parte de la rehabilitación en fortalecer los músculos del core (abdominales y espalda) para proporcionar un buen soporte a la columna vertebral, lo cual es de vital importancia para la mejora del dolor, la prevención de futuras hernias discales. En casos de artrosis a nivel cervical, los ejercicios que fortalecen de manera más específica los músculos del cuello y los hombros son esenciales.

Estiramientos y movilización

Los estiramientos específicos para los músculos que rodean la columna pueden mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez que suele cursar con el dolor en esta afección. Los estiramientos musculares y los ejercicios de movilidad activa son la clave para mejorar la capacidad del paciente de desenvolverse sin dolor y sin restricciones en el día a día.

Terapias Manuales

Cuando la restricción de la articulación es muy alta, a veces se necesitan técnicas manuales de movilización analítica para mejorar la movilidad de las articulaciones facetarias y reducir el dolor. Además, nos apoyamos en técnicas de masoterapia para relajar de forma local los músculos afectados por la tensión refleja provocada por el dolor, cortando el circulo que se crea entre restricción, contracción refleja del músculo y el dolor. Esto además, suele aliviar la restricción del flujo sanguíneo de la zona, facilitando el drenaje de la inflamación y el trofismo muscular y articular de las vértebras afectadas.

Terapia física

Como hemos comentado antes, desde la fisioterapia nos apoyamos en técnicas que utilizan elementos físicos como el frío, el calor, los campos magnéticos o la corriente para crear cambios en el tejido afectado y en los nervios que transmiten el dolor desde ella. Algunos de estos métodos son el uso de TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea) para bloquear las señales de dolor y promover la liberación de endorfinas.

En este video puedes ver un pequeño resumen sobre ejercicios que te van a ayudar a manejar el dolor que te causa la artrosis facetaria a nivel cervical:

Beneficios de la fisioterapia en la artrosis facetaria

En resumen, la fisioterapia ofrece numerosos beneficios para los pacientes con artrosis facetaria, que enumeramos a continuación para que puedas consultarlas si te quedan dudas:

  • Reducción del dolor: a través de técnicas manuales, ejercicios y modalidades terapéuticas, la fisioterapia alivia y disminuye el dolor y mejora la calidad de vida de los pacientes.

  • Mejora de la movilidad: los programas de ejercicios personalizados ayudan a restaurar la movilidad y flexibilidad de la columna vertebral, da igual a qué nivel esté la lesión, y si el paciente tiene otras condiciones físicas añadidas.

  • Prevención de la discapacidad: al fortalecer los músculos de apoyo y mejorar la postura, la fisioterapia previene la progresión de la lesión, evitando que la persona afectada pierda facultades y capacidades, que a medio o largo plazo pueden constituir una forma de discapacidad laboral o general.

  • Educación del Paciente: Proporcionamos conocimientos y herramientas para que los pacientes manejen su condición de manera efectiva y autónoma, evitando la progresión de la artrosis facetaria y otras lesiones derivadas.

  • Reducción de la necesidad de medicamentos y cirugías: gracias a un manejo efectivo del dolor a través de la fisioterapia, muchos pacientes pueden reducir su dependencia de medicamentos para el dolor, y dejan de ser candidatos a infiltraciones y operaciones quirúrgicas para paliar su dolor y su incapacidad funcional, lo que limita el gasto en sanidad pública de forma evidente, y evida posibles complicaciones y efectos adversos en la salud del paciente, ya que las intervenciones invasivas siempre atañen riesgos.

En este video de nuestro canal puedes encontrar ejercicios y consejos para que veas por ti mismo los beneficios que tiene la fisioterapia sobre la artrosis facetaria lumbar:

Conclusión

La artrosis facetaria es una condición debilitante que puede afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, con un enfoque integral que incluya el manejo del dolor y la fisioterapia, los pacientes pueden encontrar alivio y mejorar su funcionalidad.

La fisioterapia, con sus diversas técnicas y modalidades, juega un papel crucial en el tratamiento de la artrosis facetaria, proporcionando no solo alivio del dolor, sino también una mejora significativa en la movilidad y la calidad de vida.

Con la intervención adecuada, los pacientes pueden aprender a manejar su condición de manera efectiva y llevar una vida activa y saludable.

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