La necrosis ósea u osteonecrosis consiste en la muerte de un hueso o parte de él, por un riego sanguíneo comprometido o insuficiente. Existen otros muchos nombres para referirse a esta patología, tales como necrosis isquémica, osteonecrosis, necrosis avascular, necrosis idiopática o infarto óseo.
Causas o etiología de la necrosis
Esta falta de riego sanguíneo al hueso da lugar a su muerte o necrosis, que puede ser causada por distintos factores, tanto traumáticos como no traumáticos. Entre las causas traumáticas destacan las fracturas o luxaciones, que pueden dar lugar a la compresión vascular del vaso sanguíneo que riega la zona o una rotura física del vaso sanguíneo. Por otro lado, entre las no traumáticas encontramos el consumo de corticoides, abuso de alcohol y sobrepeso entre otras.
Sin embargo, la osteonecrosis también puede presentarse sin causa aparente, sin presentar el paciente ningún traumatismo o enfermedad, denominándose osteonecrosis idiopática (sin causa conocida).
Es más común que aparezca en los extremos de las articulaciones compuestas por huesos largos como la cadera, el codo, la rodilla; y otras localizaciones menos comunes como los huesos de la muñeca o del pie.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de la necrosis son importantes las pruebas de imagen y la evaluación del profesional sanitario. Los síntomas pueden ir desde una gran limitación de movilidad y dolor, hasta una forma asintomática.
Signos y Síntomas
Las manifestaciones clínicas son variables y dependencia de la localización. En general, aunque puede ser asintomática, suele existir dolor e impotencia funcional de la articulación afectada.
- RM (isquemia, edema…)
- Dolor, limitación articular (rigidez)
- RX (mayor densidad ósea)
Tratamiento
Existe una amplia variedad de opciones de tratamiento de esta patología entre las que encontramos:
- Ondas de choque
- Campos pulsátiles electromagnéticos
- Oxígeno hiperbárico
- Descarga articular
- Analgesia y/o AINEs
Por otro lado, el tratamiento de fisioterapia no asegura la recuperación de la necrosis pero sí que puede posponer la necesidad de una posible intervención quirúrgica. Otras técnicas que también pueden utilizarse son el masaje, las movilizaciones de la articulación afectada, trabajo de fortalecimiento adaptado.
Por supuesto, el tratamiento dependerá de la valoración que haga el fisioterapeuta y de las características específicas de cada paciente.
Referencias
- Whyte MP. Osteonecrosis, osteosclerosis/hyperostosis, and other disorders of the b In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 25th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 248.
- Valle M, Noa M, Mas R, Mendoza S. Osteonecrosis. Una breve revisión. Revista CENIC. Ciencias Biológicas, vol. 41, núm. 2, mayo-agosto, 2010, pp. 91-97.
- Gómez F. Revisión del tratamiento no quirúrgico de la necrosis aséptica de la cabeza femoral. Acta Ortopédica Mexicana 2013; 27(4): Jul.-Ago: 265-272.
- Fernández-Cantón G. Del edema de médula ósea a la osteonecrosis. Nuevos conceptos. Reumatol Clin.2009; 5(5):223-227.