¿Sientes dolor en la nuca y sensibilidad en la vertebra cervical? ¿Sientes dolor con los movimientos toraco-lumbares? ¿tienes un dolor repentino, agudo y punzante después de un accidente de tráfico? ¿tienes debilidad en los músculos o alteraciones en la médula espinal? ¿Has oído hablar de la enfermedad de los jornaleros o peones? La respuesta a todas estas preguntas la podemos encontrar en el origen que los cause. Se habla entonces, de un síndrome lumbar o vertebral. Pero, si te dicen que el causante puede ser las apófisis espinosas porque se encuentren fracturadas, envejecidas o degeneradas por el paso de los años, puede generar intranquilidad. Por eso, con estas líneas se pretende dar a conocer la importancia de las apófisis espinosas, así como las lesiones y tratamientos existentes para responder a las preguntas más frecuentes que se puedan plantear en la práctica profesional. No nos damos cuenta, pero en la rutina diaria, pasar muchas horas con la cabeza flexionada como ocurre en determinados trabajos como coser, escribir en el ordenador, estudiar o incluso al dormir puede ocasionar arrancamientos o roturas de las fibras tendino-ligamentosas por sobreesfuerzo o postura forzada mantenida.
Somos conscientes de que la columna vertebral juega un papel muy importante y complejo en el cuerpo humano por su gran rigidez y flexibilidad, que le permite movilidad y soportar grandes presiones logrando un gran equilibrio que se traduce en la obtención de flexibilidad, elasticidad, protección y movilidad de la columna vertebral., además de proteger una parte del Sistema Nervioso Central, en concreto la Médula Espinal.
La rigidez se obtiene de las vértebras que son las encargadas de proteger la medula formando el canal medular, y soportar las presiones en las zonas vertebrales, aportando estabilidad en la postura esquelética.
¿QUÉ ES UNA APÓFISIS ESPINOSA?
Pero, ¿qué es una apófisis espinosa?
La palabra apófisis proviene del latín “Apophysis” que significa parte saliente del cuerpo. Las apófisis espinosas son estructuras óseas generalmente prominente que surgen de la parte posterior de las láminas de las vértebras al fusionarse. Las apófisis espinosas nacen de dos raíces óseas y delimitan el agujero transversal que es por donde pasa la arteria y vena vertebral. De las diversas apófisis existentes (trasversas, articulares), las espinosas son las más superficiales y palpables con la mano a lo largo de toda la columna. La importancia de las apófisis espinosas radica en que son las encargadas de proteger la medula espinal y de anclar los músculos multífidos y erector de la columna.
Tenemos apófisis espinosa por cada vertebra salvo la C1 (atlas). Las apófisis espinosas se encuentran en la columna vertebral tanto en las vértebras cervicales, en las vertebrales torácicas y en las vértebras lumbares.
Las vértebras cervicales se encargan del soporte y movimiento del cuello y de la cabeza, además de proteger la medula espinal y los nervios que se ramifican, permiten la flexión, extensión, inclinación lateral y rotación del cuello. Las apófisis espinosas de C3 a C5 son vértebras cervicales típica, y son cortas y bífidas; la C6 es larga y bífida pero la C7 es la vertebra cervical atípica por ser más larga, no bífida y fácilmente palpable al encontrarse por debajo de la piel del dorso.
Las vértebras torácicas se encuentran a mitad de la espalda y son 12 y van de T1 a T 12. La apófisis espinosa de las vértebras torácicas son las más largas de toda la columna vertebral, y con pendiente posteroinferior.
Las vértebras lumbares tienen cuerpos vertebrales muy grandes, fuertes y anchos, ya que tienen que soportar la mayor parte del peso del cuerpo humano. Se trata de 5 vertebras que se encuentran en la parte inferior de la columna vertebral. Se encargan de la estabilidad y de los movimientos de flexión, extensión y rotación del cuerpo.
LESIONES MÁS FRECUENTES
Las lesiones más frecuentes están asociadas al envejecimiento y degeneración de tejidos de la columna vertebral como son la artrosis interespinosa o síndrome de Baastrup, la osteocondrosis, la espondilosis y por las fracturas de las apófisis generalmente producidas por traumatismos.
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El síndrome de Baastrup o artrosis interespinosa o kissing spine
Patología poco conocida que con frecuencia no es diagnosticada pero muy frecuente, lo que ocasiona que no se tomen las medidas adecuadas persistiendo la sintomatología. Suele ser de origen degenerativo, que afecta tanto a hombres como a mujeres, sobre todo a partir de los 70 años, ya que su diagnóstico en la edad pediátrica suele ser raro. Se produce al contactar las apófisis espinosas adyacentes, produciendo dolor de espalda central, sin irradiarse a los lados y con palpación dolorosa de las espinosas, provocando crisis repetidas y agudas de lumbalgias que limitan los movimientos de flexión y extensión en la zona.
El tratamiento sobre todo es conservador con medicamentos para calmar el dolor y la inflamación (AINES)y fisioterapia. Como última opción está el tratamiento quirúrgico en el caso de padecer una gran limitación, donde se quita parte de la apófisis espinosa para evitar el contacto y la bursa.
Patología muy frecuente y que empeora con el paso de los años. Se produce por el desgaste de los discos intervertebrales del cuello producido por la deshidratación de estos discos, lo que hace que se encojan y se hacen más pequeños, produciéndose todo ello por el desgate natural propio de la edad, sobre todo a partir de los 60 años.
Los síntomas más frecuentes son dolor y rigidez de cuello que limita el movimiento, pero si se ven afectado las raíces nerviosas o la medula espinal los síntomas se podrían agravar presentando dificultad para caminar, así como, falta de coordinación, debilidad en los brazos, manos, piernas y pies e incluso pérdida de control de vejigas e intestinos.
A parte de la edad, se suele dar en deportes como el rugby o el futbol americano por los impactos en el cuello y la flexión repetida del mismo,
El tratamiento es conservador mediante ejercicios isométricos, movilizaciones y estiramientos, de esta forma se recupera el movimiento de la columna y la curva de la columna cervical. También con el masaje se reduce la inflamación y se movilizan los líquidos y se recupera el tono muscular.
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Osteocondrosis de apófisis espinosas u osteocondrosis de crecimiento.
Esta patología fue descrita por primera vez en el año 1941, y también se la conoce como enfermedad de Schmitt. Es la causa crecidamente frecuente de lesión en deportistas en crecimiento (entre 14-17 años de edad), que cursa con dolor lumbar tras las prácticas deportivas, después de un entrenamiento extenuante, sin traumatismo previo con dolor a la palpación de las apófisis espinosa, edema local, y molestias con movimientos del raquis a nivel lumbar. Se observa mayor incidencia sobre todo en la práctica de gimnasia rítmica y artística (50 y 80%) y menor en el futbol (27%)
El tratamiento que suele ser eficaz es el conservador, consistente en reposo de la actividad física durante 6-8 semanas, AINES.
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Fractura de la apófisis espinosa cervicales o torácicas o del “paleador del Barro”
No llevar puesto el cinturón de seguridad en un accidente de tráfico, realizar deportes de contacto, tener una masa muscular baja, edad avanzada, o el movimiento de palear algo pesado, ya sean rocas o nieve, pueden aumentar el riesgo de una fractura de la apófisis espinosa, que es una rotura o grieta en la parte posterior de una vértebra. La fractura de la apófisis espinosa quedo recogida por un excavador de diques en Australia en 1933. Con mayor frecuencia, los pacientes se encuentran entre los 15-35 años, tanto en hombres como mujeres. Por orden, la fractura suele afectar más a la C7, luego a la C6, y por último T1, y se suele producir por una flexión fuerte de la cabeza y el cuello. Por ese motivo se consideraba una fractura típica de los mineros, al realizar el movimiento de palear barro y lo lanzaban por encima de sus cabezas, y también se puede producir como consecuencia de un trauma directo en la parte posterior cervical al encontrarse en flexión.
Actualmente, la fractura en porcentajes, se suele producir, en un 70% de los casos en accidentes de tráfico, un 20% por heridas de armas de fuego, accidentes laborales y deportivos, y un porcentaje muy pequeño de aproximadamente de 10% se produce por caídas
Los síntomas más frecuentes son: dolor punzante, sordo que se agrava al moverse o respirar, hormigueo en la zona de la fractura con moratones y debilidad muscular e incluso puedes perder el control de la vejiga o del intestino.
El tratamiento para controlar el dolor es mediante analgésicos, así como la aplicación de hielo (15 a 20 minutos) para disminuir la inflamación y reposo relativo para que la fracture cicatrice, acudir a fisioterapia para realizar ejercicios que te mejoren el movimiento y la fuerza, pero siempre siguiendo las indicaciones médicas, y en casos más graves (fractura no consolidada, dolor por más de tres meses), se puede acudir a la cirugía, donde se retirará el fragmento fracturado.
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Espinositis de la séptima cervical o vertebra prominente
Se la conoce como “enfermedad de los peones o jornaleros”. Se caracteriza por dolor fijo e intenso a la presión en la séptima vértebra cervical, dolor en la nuca, sobre todo, en personas de cuello corto y preferentemente mujeres entre 25 y 60 años, que suelen presentar una cifosis acentuada en la C6 y C7 cervical y primera dorsal, al producirse pequeños arrancamientos a nivel de zona de inserción ósea o roturas de fibras.
El tratamiento pasa por hábitos posturales adecuados, a la hora de dormir, de estudiar, de escribir en el ordenador…, así como con tres a cinco las infiltraciones de hidrocortisona con novocaína al 2%, se logrará que desaparezcan las molestias.
CONSEJOS PARA EVITAR LA APÓFISIS ESPINOSA
- Mantener un peso adecuado para evitar ocasionar más presión en cuello y espalda.
- Cuidar su alimentación para fortalecer sus huesos, incluyendo en su alimentación el consumo de calcio y vitamina D. Se aconseja tomar leche, salmón, queso, brócoli, cereales y aceites de pescados, además, de tomar todos los días unos pocos minutos (entre 15- 30) el sol, evitando las horas de más radiación (entre las 12 y las 16), sin olvidar llevar la protección solar adecuada que proteja frente a la radiación UVB.
- Fortalecer sus músculos y huesos. Para ello, una manera sencilla y saludable de lograrlo es mediante la realización de ejercicio físico como caminar todos los días.
- Realizar actividades de la vida diaria como fregar, planchar, hacer las camas, ir de compras, deberá mantener siempre una postura erguida, evitando flexionar el tronco hacía delante.
- Tratar de no permanecer mucho tiempo de pie y en la misma postura, evitando tanto tacones muy altos como zapatos planos. Se aconseja un tacón entre 2 y 5 cm.
- Evitar arrastrar objetos por la sobrecarga lumbar y sustituir un paquete pesado por dos paquetes.
- No permanecer más de 2 horas sentado, la silla preferiblemente debe tener apoya brazo, y la altura de la mesa debe ser la del codo.
- Dormir de lado con almohada más gruesa. Dormir boca arriba con almohada más fina, para mantener la columna alineada. No es aconsejable dormir boca abajo. Muchos de los dolores de espalda pueden ser causados por el colchón o porque la forma de dormir no sea la adecuada.
- Utilizar técnicas de relajación en momentos de angustia o nerviosismo, para evitar que ciertos músculos del cuerpo se tensen. Realizar esta práctica 2 veces al día disminuirá los niveles de estrés y ansiedad.
- Evitar la posibilidad de sufrir lesiones usando el cinturón de seguridad cuando este en el coche y llevando la protección adecuada cuando realice cualquier tipo de deporte.
- Dejar de fumar. Se ha relacionado con un aumento del dolor de cuello.
- Procure adoptar posturas cómodas si su trabajo requiere movimientos repetitivos de cuello y así evitar la tensión en el mismo.
- Haber tenido lesiones en el cuello aumenta las posibilidades de padecer en un futuro espondilosis cervical.
- Acudir al profesional sanitario (médico, fisioterapeuta) para mejorar el dolor, movimiento y fuerza. Y siempre ante cualquier duda.
BIBLIOGRAFÍA
· Medicina legal de Costa Rica. Med. leg. Costa Rica vol.29 n.2 Heredia Sep. 2012
· National library of medicine
Understanding acute apophyseal spinous process avulsion injuries
Steven M Koehler, Frances Rosario-Quinones, Jillian Mayer, Steven McAnany, Alan L Schiller, Sheeraz Qureshi, Andrew C Hecht
