¿Tienes dolor por la noche? ¡Atento a este post! Antes de abordarlo, empezamos definiendo dolor, según la OMS (organización mundial de la salud) el dolor se define como una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial. El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. La percepción del dolor consta de una sistema sensorial sensitivo (nociceptores) y unas vías nerviosas aferentes que responden a estímulos nociceptivos tisulares, aunque la nocicepción también puede estar alterada por otros factores como podrían ser factores psicológicos.
Tipos de dolor
La clasificación del dolor se va a dividir dependiendo de su duración, patogenia, localización, curso e intensidad.
- Según su duración: Vamos a dividirlo en agudo y crónico. El dolor agudo es el dolor que está limitado en el tiempo, donde hay poca implicación psicológica, mientras que el dolor crónico se encuentra ilimitado en su duración y se suele acompañar de componentes psicológicos.
- Según su patogenia: vamos a dividirlo en neuropático, nociceptivo y psicógeno. El dolor neuropático está producido por estímulos directos sobre el sistema nervioso central o por lesión de vías nerviosas periféricas, tiene características de dolor punzante, quemante, puede ir acompañado de parestesias y disestesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia, como podría ser el dolor producido por una hernia de disco. El dolor nociceptivo es el más frecuente y se divide en somático y visceral. Y el dolor psicógeno interviene en el ambiente psico-social que rodea al individuo.
- Según su localización: podemos diferenciar somático y visceral. El dolor somático es producido por la excitación anormal de nociceptores somáticos superficiales o profundos, se caracteriza por ser un dolor localizado, punzante y que se irradia siguiendo la dirección de los nervios. Y el dolor visceral se produce también por la excitación anormal pero esta vez de los nociceptores viscerales, se caracteriza por una mala localización, continuo y profundo, y puede irradiarse a zonas alejados de donde se originó.
- Según su curso: se puede dividir en continuo o interrumpido. El dolor continuo es el dolor que persiste todo el día y no desaparece, mientras que el dolor interrumpido sería el dolor que en momentos disminuye su intensidad, aunque deja dolor de fondo, aquí también podemos incluir el dolor que aparece o aumenta al movimiento, cambios de postura, etc.
- Según la intensidad: podemos clasificarlo en leve, moderado o intenso. El dolor leve es el que nos permite realizar actividades de la vida diaria, el dolor moderado es el que no nos deja realizar las actividades de la vida diaria y el dolor intenso es el que interviene en el descanso.
¿Qué es el dolor nocturno?
El dolor nocturno los describimos como el dolor producido por la noche, pero ¿porque aumenta por la noche? ¿Por qué aparece por la noche?, estas son las preguntas más comunes que aparecen al tener este dolor, existe evidencia científica de que el dolor aumenta mientras dormimos, aproximadamente el 50% de personas que padecen insomnio (siendo el trastorno del sueño más común) sufren de dolor crónico por las noches. Las causas de que aparezca este tipo de dolor son las siguientes:
- Por la noche tenemos menos distracciones, durante el día nuestra atención está enfocada en diferentes tareas que realizamos, por el contrario, por la noche todas estas tareas desaparecen, dejando que el cerebro se concentre en el dolor.
- Cambio de temperatura, por la noche la temperatura ambiente disminuye, así como nuestra temperatura corporal, y esto conlleva que la percepción del dolor aumente.
- Nervios más sensibles, cuando dormimos el cuerpo está más relajado y respiramos más despacio, esto provoca que le nivel de dióxido de carbono en la sangre aumente, los vasos sanguíneos se dilaten y los nervios se vuelven más sensibles, y de esta forma aumenta la capacidad de percibir el dolor.
- Estrés, si en ese día has sufrido situaciones que te han provocado más situaciones de estrés, hará que aumente el nivel de cortisol en sangre, se ha podido demostrar que sucede más en hombre que en mujeres. Esta hormona se encarga de controlar el ciclo del sueño.
Dolor articular por la noche
El dolor nocturno puede tener diferentes orígenes, entre ellos el dolor articular, este tipo de dolor pueden aparecer en personas con artritis o artrosis, este tipo de dolor puede aparecer en una o varias articulaciones y suele ir asociado a rigidez, dolor a la palpación e inflamación. aparte de las causas mencionadas anteriormente aquí vamos a resaltar algunas causas de este tipo de dolor.
- La actividad diaria, todas las actividades que realizamos al cabo del día y movemos las articulaciones hacen que dichas articulaciones “estén calientes”, y aunque pueda aparecer dolor durante estas actividades aparecerá más dolor durante la inmovilización.
- Alimentación, cada día se transmite más información sobre alimentación por redes sociales, y ya no es un secreto que hay alimentos que pueden causar inflamación en nuestro organismo, y además pueden provocar que almacenemos sustancias que esta involucradas en el dolor articular nocturno.
- El sedentarismo no vendrá bien a nuestro dolor articular, por eso siempre recomendaremos realizar ejercicios y mover nuestras articulaciones.
Para este tipo de dolor nocturno sería muy interesante intentar cambiar la alimentación si fuera necesario (siempre con ayuda de un profesional sanitario que nos paute los alimentos que debemos de comer y cuales debemos de evitar), otra forma de tratamiento serían los baños de contraste, para ayudar a bajar la inflamación, realizar actividad física durante el día o simplemente mantenernos más activos, y después de la actividad acabar realizando una tabla de estiramientos pasivos. Aquí os dejamos una rutina de estiramientos para la zona cervical y de toda la espalda.
Causas del dolor nocturno
Este dolor puede estar producido por varias causas, puede ser dolor muscular, nervioso, articular, etc. Con este dolor tendrán alterado el descanso, ya que no tiene porque dolor todas las noches, pero la noche que aparezca dolor no podrán descansar adecuadamente. Vamos a describir las causas más comunes de dolor nocturno.
- Retención de líquidos: mucho más común en mujeres que en hombres, pueden sentir pinchazos en las piernas, esta retención de líquidos puede estar provocada por un embarazo, sobrepeso, insuficiencia renal, problemas de corazón, insuficiencia venosa, problemas de hígado, menopausia o problemas en glándulas linfáticas. Este problema puede mejorar si la causa de la retención de líquidos es el estilo de vida sedentario y alimentación no saludable, si cambiamos estos hábitos y hacemos actividad física y mejoramos la alimentación podemos mejorar este dolor de piernas.
- Mala posición al dormir: si mientras dormimos mantenemos una mala posición puede aparecer dolor en alguna zona, ya sea en miembro inferior o en miembro superior, para ello la recomendación general siempre es dormir de lado.
- Dolor muscular: si justamente antes de ir a la cama hemos realizado ejercicio de alta intensidad podemos tener dolor muscular que no nos deje conciliar bien el sueño.
- Dolor tendinoso: lo más habitual es la tendinopatía del supraespinoso, una de las características principales de esta patología es el dolor nocturno, la mayoría de pacientes describen ese dolor nocturno al colocarse sobre ese lado de la cama o al cambias de posición, o incluso si lleva un rato en la misma posición, dolor que te puede despertar.
- Capsulitis adhesiva u hombro congelado: en esta patología de hombro el problema principal suele ser la falta de movilidad, pero en las primeras fases una característica es el dolor nocturno, por nuestra experiencia clínica es lo primero que desaparece, aunque siga habiendo limitación de movilidad.
- Calambres musculares: quien ha sufrido calambres musculares sabe lo desagradable que es padecerlos, cuando estamos en la cama antes de dormir esto puede suceder si tenemos bajo el potasio en sangre o si tenemos una mala hidratación, por ello la importación de la dieta para evitar este tipo de problemas.
- Síndrome de las piernas inquietas: otra patología que también reproduce dolor en las piernas por la noche, estas personas necesitan estar moviendo las piernas frecuentemente para así aliviar su dolor, pueden llegar a sentir cosquilleo, hormigueo, tirones, sensación pulsátil, dolor o picor.
- Hernias de disco: dependiendo en la posición que durmamos podemos comprimir más ese disco y que nos reproduzca dolor, lo más normal sería hernia a nivel lumbar, pero en la zona cervical también puede ser muy doloroso, ya que hay caso de personas que no pueden tumbarse, sino que tienen que dormir sentado o con el cuello más elevado del cuerpo para no comprimir más el disco.
- Tumor: dependiendo de donde tengamos el tumor puede estar comprometiendo unas partes del cuerpo u otras, una característica de esa enfermedad es el dolor nocturno que no nos deja dormir.
- La fibromialgia: esta enfermedad puede ser tratada como una de las enfermedades mas complejas, ya que produce dolor por todo el cuerpo, el dolor suele estar relacionado con la fatiga, problemas de sueño, dificultad de concentración, dolor de cabeza, depresión y ansiedad. Pueden tener sensibilidad en las articulaciones, músculos, tendones u otros tejidos blandos. Esta enfermedad suele ser más común en mujeres que en hombres.
Tratamiento de dolor nocturno
Como siempre os decimos lo primero será identificar de donde viene nuestro dolor, y poder descartar problemas más graves, como podría ser una hernia de disco o un tumor. Para ello lo principal seria acudir a un profesional sanitario y que él no valore. En caso de ser un fisioterapeuta, si en la anamnesis (historia clínica) encuentre algo que le haga sospechar de alguna patología mas grave os derivara al médico para que este a través de pruebas de imagen, analíticas, etc. pueda identificar la causa del dolor. Dependiendo de cuál sea la causa del dolor se realizará un programa de rehabilitación con el principal objetivo de disminuir el dolor:
- Diatermia: es una técnica no invasiva que transmite una corriente de alta intensidad a la zona corporal que queramos tratar, provocando un aumento de temperatura del tejido, ya sea musculo, tendón o ligamento. https://fisiolution.com/diatermia-en-que-consiste/
- Electroterapia, como puede ser onda corta o TENS, los TENS tienen como objetivo disminuir el dolor. https://fisiolution.com/tens-cuales-beneficios/
- Cinesiterapia: son técnicas de fisioterapia con el objetivo de ganar rango articular y disminuir el dolor.
- Masoterapia: son técnicas de masaje sobre la musculatura con el objetivo de disminuir el dolor.
- Ejercicios: el trabajo activo es muy importante en la recuperación de nuestros pacientes ya que con este trabajo podemos ganar fuerza, reducir dolor, y ganar rango articular, no todo el trabajo se tiene que realizar en camilla de forma pasiva, sino que la implicación del paciente es cada vez más importante en la recuperación de su patología.
- Estiramientos: haciéndolos de forma pasiva vamos a conseguir relajar la musculatura y aumentar el rango articular.
Aunque cada patología que pueda causar dolor sea diferente aquí os dejamos unas recomendaciones para intentar aliviar ese dolor nocturno y poder descansar lo mejor posible.
- Intentar irnos siempre a la cama y despertarnos sobre la misma hora.
- Evitar la cafeína por la tarde y noche.
- Evitar nicotina.
- Hacer ejercicio con regularidad, pero evitar realizar ejercicios intensos a última hora de la tarde.
- Evitar bebidas alcohólicas antes de dormir.
- Evitar cenas pesadas.
- Intentar relajarnos antes de irnos a la cama.
- Mantener la habitación con una temperatura adecuada.
- Dejar el móvil y cualquier aparato con luz 20-30 minutos antes de irse a dormir.
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