La fisioterapia para la prevención y rehabilitación de lesiones de rodilla es fundamental en el cuidado de la salud musculoesquelética, tanto en personas extremadamente deportistas, como si no.
Las lesiones de rodilla son una preocupación común en personas de todas las edades y niveles de actividad física. Desde los atletas de alto rendimiento hasta los adultos mayores, las lesiones en esta articulación pueden afectar significativamente la calidad de vida y la capacidad funcional.
En este sentido, la fisioterapia juega un papel esencial en la prevención y rehabilitación de estas lesiones, ofreciendo una variedad de técnicas y enfoques para promover la recuperación y prevenir futuras complicaciones.
TIPOS DE LESIONES
Una de las lesiones más frecuentes en la rodilla son los esguinces de ligamentos, como el ligamento cruzado anterior (LCA) y el ligamento colateral medial (LCM).
Estos tipos de lesiones pueden ocurrir durante actividades deportivas, caídas o movimientos bruscos. Desde la fisioterapia para tratar esguinces de ligamentos nos enfocamos en reducir la inflamación, restaurar la estabilidad articular y fortalecer los músculos circundantes para brindar soporte adicional a la articulación
Para la rodilla, la bomba diamagnética
Además de las técnicas tradicionales manuales, la fisioterapia moderna está integrando cada vez más enfoques como la terapia de ejercicio terapéutico, la terapia manual y la terapia regenerativa, como la bomba diamagnética, que tenemos en nuestro centro de Montecarmelo, para acelerar y mejorar los resultados a largo plazo.
Desgarros meniscales
Otra lesión común de la rodilla son los desgarros meniscales. Los meniscos son estructuras en forma de “C” en la rodilla que actúan como amortiguadores y proporcionan estabilidad. Los desgarros meniscales pueden ocurrir debido a movimientos bruscos, torsiones o degeneración relacionada con la edad o la poca actividad física. En desgarros meniscales, la fisioterapia se ocupa centrándose en mejorar la flexibilidad, la fuerza y la biomecánica de la rodilla para aliviar los síntomas y evitar la progresión del daño.
Junto a las modalidades terapéuticas convencionales como el ultrasonido y la electroterapia, también se utilizan técnicas avanzadas como la terapia de ondas de choque y la terapia de láser de baja intensidad para mejorar la regeneración tisular y acelerar el proceso de curación.
El síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) es otra afección que afecta la rodilla y puede causar dolor alrededor o detrás de la rótula, especialmente durante actividades que implican flexión repetida de la rodilla. Para mejorar la función y el dolor de esta patología, la fisioterapia utiliza técnicas que incluyen: técnicas de estiramiento, fortalecimiento muscular y corrección de la alineación para reducir la tensión en la rótula y mejorar la función articular.
Además de las modalidades convencionales como el vendaje neuromuscular y la terapia manual, también nos apoyamos en técnicas cada vez más utilizadas, como la terapia con ejercicios específicos para el control motor y la estabilización de la rótula, ejercicios de fuerza, así como punción seca y la desactivación de puntos gatillo para el alivio del dolor.
Mejora el dolor de rodilla
En nuestro canal te proponemos unos ejercicios para mejorar el dolor de rodilla, sin entrar a evaluar el origen del dolor, por lo que es genérico, sencillo, y apto para todos:
FISIOTERAPIA POSTOPERATORIA
La rehabilitación postoperatoria es fundamental para aquellos que se someten a cirugía de rodilla, como la reconstrucción del LCA o la reparación de un desgarro meniscal o incluso prótesis de rodilla.
La fisioterapia postoperatoria se personaliza según las necesidades individuales de cada paciente y puede incluir ejercicios de fortalecimiento, movilidad articular, control motor y entrenamiento funcional. Los fisioterapeutas trabajamos en estrecha colaboración con los cirujanos ortopédicos y otros profesionales de la salud para garantizar una recuperación segura y efectiva después de la cirugía.
En estos casos utilizamos las técnicas convencionales de rehabilitación, como el ejercicio terapéutico y la terapia manual, combinándolo con ejercicios realizados en entornos de realidad virtual, electroestimulación, y el biofeedback para mejorar la motivación y la participación del paciente en el proceso de rehabilitación.
Si quieres saber un poco más acerca de cómo se realiza una operación de colocación de prótesis, y cómo manejamos su post-operatorio en fisiolution, hemos creado este video en nuestro canal:
PREVENCIÓN DE LESIONES
Además de la rehabilitación de lesiones, la fisioterapia también desempeña un papel importante en la prevención de problemas de rodilla.
Una evaluación biomecánica completa puede identificar desequilibrios musculares, deficiencias de rango articular y patrones de movimiento incorrectos que aumentan el riesgo de lesiones. Con esta información, desarrollamos programas de ejercicio específicos para corregir estas anomalías y mejorar la alineación y estabilidad de la rodilla.
Normalmente estos programas suelen incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, ejercicios de equilibrio y control motor.
El entrenamiento de la técnica
Otro factor clave en la prevención es el entrenamiento de la técnica, fundamental para evitar lesiones de rodilla. Aprender la técnica adecuada al realizar actividades físicas, como correr, saltar o levantar peso, puede minimizar la carga y el estrés en la articulación de la rodilla.
Mediante ejercicios, control motor, y los datos obtenidos con el análisis biomecánico, proporcionamos instrucciones detalladas sobre la forma correcta de realizar ejercicios y actividades deportivas, ayudando a nuestros pacientes a reducir el riesgo de lesiones y mejorar el rendimiento atlético y deportivo.
Junto con el entrenamiento de la técnica convencional, los fisioterapeutas que se dedican al deporte de élite, también utilizan técnicas avanzadas de análisis del movimiento, como la captura de movimiento tridimensional para identificar y corregir deficiencias en la técnica de movimiento que puedan predisponer a este tipo de lesiones.
Aun así, el fortalecimiento muscular y la estabilidad articular son componentes clave de cualquier programa de prevención de lesiones de rodilla. Un programa de ejercicios de fisioterapia que se centre en fortalecer los músculos que rodean la rodilla, incluyendo los cuádriceps, los isquiotibiales, los músculos abductores y aductores, puede mejorar la estabilidad articular y reducir el riesgo de lesiones.
Los ejercicios de equilibrio y control motor también pueden ayudar a mejorar la coordinación y la propiocepción de la rodilla, lo que puede reducir el riesgo por sobrecarga o mal alineamiento de la articulación.
Algunos ejercicios ampliamente utilizados para el fortalecimiento muscular y la estabilidad articular, son: técnicas de entrenamiento funcional, ejercicios de pliometría para mejorar la capacidad de respuesta neuromuscular y la resistencia de los tejidos blandos, y ejercicios de fuerza.
Así mismo, mantener la flexibilidad adecuada en los músculos y tejidos blandos que rodean la rodilla es esencial para mantener la salud articular a largo plazo.
El estiramiento
Los ejercicios de estiramiento, combinados con técnicas de liberación miofascial y movilidad articular, pueden mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de rigidez y tensión excesiva en la rodilla. Por ello, proponemos a nuestros pacientes el desarrollo de programas de estiramiento personalizados que aborden áreas específicas, según sus restricciones de movimiento y promover una movilidad óptima de la rodilla.
Para ello, utilizamos técnicas tradicionales de estiramiento estático, métodos avanzados como el estiramiento dinámico y el estiramiento facilitado por contracción (post-isométrico) para mejorar la eficacia del estiramiento y reducir el riesgo de lesiones por sobreesfuerzo, como podría ser las roturas fibrilares.
FASES DE LA REHABILITACIÓN EN LESIONES DE RODILLA
La fisioterapia moderna se basa en una sólida comprensión de la biomecánica y la fisiología musculoesquelética. Los fisioterapeutas empleamos una variedad de técnicas para evaluar y tratar las lesiones de rodilla, adaptando el enfoque a las necesidades específicas de cada paciente.
Como hemos visto, la rehabilitación de lesiones de rodilla puede implicar una combinación de ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, terapia manual, modalidades de electroterapia y técnicas avanzadas de rehabilitación, como la terapia de ondas de choque y la terapia láser.
Normalmente, cuando acude a nosotros una persona con dolor de rodilla, a grandes rasgos, se producen las siguientes fases en el tratamiento:
1. Evaluación y diagnóstico:
Antes de iniciar cualquier programa de tratamiento, se realizan una evaluación exhaustiva para comprender la naturaleza y la gravedad de la lesión de rodilla. Esto puede incluir pruebas de movilidad articular, fuerza muscular, flexibilidad, estabilidad y biomecánica. Además, nos apoyamos en herramientas de imagen como la resonancia magnética (RM) o la radiografía para obtener información precisa sobre el estado de las estructuras implicadas.
2. Planificación del tratamiento:
Basándonos en los hallazgos de la evaluación inicial, los fisioterapeutas desarrollamos un plan de tratamiento individualizado para cada paciente, teniendo en cuenta su nivel de dolor, su contexto social, y las expectativas de recuperación. Este plan puede incluir una combinación de ejercicios terapéuticos, terapia manual, modalidades de electroterapia, la educación del paciente y técnicas de rehabilitación avanzadas.
3. Tratamiento:
- Ejercicio: son una parte fundamental de la fisioterapia para las lesiones de rodilla. Se preparan programas de ejercicios específicos diseñados para mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la estabilidad de la rodilla y las estructuras circundantes, que realizamos guiando al paciente y proporcionándole la mayor cantidad de feedback Estos programas normalmente incluyen ejercicios de fortalecimiento de los músculos del cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y músculos de la pantorrilla, así como ejercicios de estiramiento para mejorar la flexibilidad y la movilidad articular.
- Terapia manual: dependiendo del punto en el que nos encontremos con el paciente, la terapia manual incluye una variedad de técnicas para mejorar la movilidad articular, reducir el dolor y promover la curación. Normalmente esto incurre mediante técnicas de movilización y manipulación articular, masaje terapéutico de descarga muscular, liberación miofascial y técnicas de terapia de tejidos blandos para aliviar la tensión muscular o ligamentosa, drenaje manual para desinflamar la zona y mejorar la circulación sanguínea.
- Electroterapia y otras terapias físicas: son técnicas que utilizan medios físicos, como las ondas o las corrientes eléctricas para interferir en el tejido y mejorar los síntomas relacionados con el dolor, permitiendo una mejora sustancial en la calidad de vida del paciente, y su adhesión y avance con el tratamiento. Las modalidades de electroterapia, como el ultrasonido, la estimulación eléctrica y la terapia con láser suelen ser especialmente útiles en las etapas iniciales de la rehabilitación para controlar el dolor y acelerar el proceso de recuperación.
- Educación del paciente: La educación del paciente es un componente intrínseco de la fisioterapia. La educación de los pacientes sobre la naturaleza de su lesión, los factores que pueden contribuir a su desarrollo y estrategias para prevenir futuras lesiones han demostrado aumentar la tasa de recuperación, acortar la duración de la misma y prevenir futuras lesiones. Además, también nos permite proporcionar pautas sobre la actividad física segura, el manejo del dolor, el sedentarismo y el retorno gradual a las actividades del día a día.
- Ajuste y reevaluación: a medida que avanza la rehabilitación, se realizan seguimientos regulares del progreso del paciente y se ajusta el plan de tratamiento según sea necesario. Esto puede implicar cambios en los ejercicios prescritos, la intensidad de la terapia o la incorporación de nuevas técnicas en función de la respuesta del paciente y los objetivos de rehabilitación, así mismo como preparar al paciente para la gradual independencia del tratamiento y del cuidado del fisioterapeuta.
4.Prevención de lesiones recurrentes:
Una vez recuperada la salud, el movimiento y la función, es necesario preocuparse por no reincidir en problemas de rodilla. Para ello se revisan las técnicas deportivas, la biomecánica y diferentes parámetros físicos, para detectar posibles desencadenantes. Si los hubiera, será necesario realizar cambios e implementar estrategias de entrenamiento específicas para compensar estas deficiencias, ya sean de fuerza, de movilidad, de alineación, de técnica, de propiocepción, etc.
También nos valemos de trabajo interdisciplinario con otros profesionales de la salud, como cirujanos, podólogos, ortopedistas y entrenadores, para abordar los posibles desequilibrios que no se pueden corregir solamente con fisioterapia, creado redes de derivación adecuadas para que el paciente reciba la atención profesional que necesita en cada momento.
5. Fomento del autocuidado:
Además de la educación sobre su lesión, es importante que el paciente empiece a comprender cómo cuidarse a sí mismo mediante el ejercicio físico, la actividad y la fisioterapia. Esto incluye la recomendación de ejercicios específicos para hacer en casa, técnicas de auto-masaje y estiramientos, consejos sobre la modificación de actividades para evitar agravar la lesión, propuestas de actividades deportivas aptas, y modificaciones del estilo de vida.
Conclusiones
En conclusión, la fisioterapia juega un papel fundamental en la prevención, rehabilitación y manejo de las lesiones de rodilla. Al centrarse en la restauración del equilibrio muscular, la corrección de desequilibrios biomecánicos y la educación del paciente, los fisioterapeutas ayudan a los pacientes a recuperarse de lesiones de rodilla y a prevenir futuras complicaciones, con un enfoque integral y colaborativo.
Existe infinidad de evidencia científica respecto al tratamiento de lesiones de rodilla, los cuales proporcionan una base científica sólida para muchos de los enfoques y técnicas discutidos en el texto, incluyendo la prevención de lesiones, la importancia de la biomecánica adecuada y el papel de la terapia física en la rehabilitación de lesiones de rodilla.
Bibliografía
- Hewett, T. E., & Myer, G. D. (2011). The mechanistic connection between the trunk, hip, knee, and anterior cruciate ligament injury. Exercise and sport sciences reviews, 39(4), 161-166.
- Munro, A., Herrington, L., & Carolan, M. (2012). Reliability of 2-dimensional video assessment of frontal-plane dynamic knee valgus during common athletic screening tasks. Journal of Sport Rehabilitation, 21(1), 7-11.
- Pfeiffer, R. P., Shea, K. G., Roberts, D., Grandstrand, S., & Bond, L. (2006). Lack of effect of a knee ligament injury prevention program on the incidence of noncontact anterior cruciate ligament injury. Journal of Bone and Joint Surgery-American Volume, 88(8), 1769-1774.
- Powers, C. M. (2010). The influence of abnormal hip mechanics on knee injury: A biomechanical perspective. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 40(2), 42-51.
- Van Ginckel, A., Witvrouw, E., & Bellemans, J. (2009). Proprioceptive defects in knee hypermobility: A review of the literature. Sports Medicine, 39(4), 273-290.