En esta noticia vamos a hablaros de la relación que hay entre el frío y el dolor articular y muscular.
El frío afecta a la espalda y articulaciones. ¿Por qué?
Con la bajada brusca de las temperaturas, al salir al exterior nos encogemos, y este movimiento brusco produce una contracción involuntaria de muchos músculos del cuerpo. Sobre todo los de la espalda y el cuello, que son los hace más propensos a sufrir espasmos y calambres. También hace que adoptemos malas posturas como elevar los hombros, encorvar el cuerpo, agachar la cabeza y, en definitiva, tensionar todo el cuerpo.
Por otra lado, el frío hace que la circulación se relentice, debido a la vasoconstricción. Esto hace que nuestros tejidos, músculos, nervios, y articulaciones, tengan menor aporte de nutrientes. Otro efecto del frío, es que el líquido intraarticular se hace más denso; en consecuencia las articulaciones se vuelven más rígidas provocando más dolor.
No sólo el frío, sino también los cambios de presión pueden afectar a nuestras articulaciones. Desde hace unos años los científicos avalan la creencia popular de que si duelen las articulaciones es porque va a llover. Un estudio que elaboró en 2012 el Instituto Poal de Reumatología de Barcelona, publicado en Proceedings of the Western Pharmacology Society, confirmó que las variaciones de presión atmosférica y de temperatura afectan a las personas con algunos trastornos articulares.
Recomendaciones para prevenir los efectos del frío en invierno
- Si sueles padecer de dolor cervical, mantén la zona del cuello y garganta bien abrigada con una bufanda. Cuando notas mucho frío en la zona, lo que vas a hacer es encogerte de hombros; haciendo que tus trapecios se contracturen aún más.
- Si tu problema es más lumbar, evita ropa que te quede muy corta a nivel de cintura, una camiseta interior podría serte te mucha ayudada para mantener bien aislada del frío esta zona.
- Para evitar contracturas debes hacer deporte y estiramientos. Si ya han aparecido, el calor será tu mejor aliado para ayudar a que tus músculos se relajen y se reduzca en gran medida esta sintomatología.
- Procura que la habitación en la que estés más tiempo esté bien aclimatada, ponte ropa de invierno. A veces es necesario tener un deshumidificador funcionando a ratos, ya que con la humedad ambiental, es fácil que sólo con calefacción no te llegue.
- Si va a hacer frío, aplica calor en la zona y realiza un ejercicio suave, como caminar o nadar, para desentumecer las articulaciones.
- La ropa de cama debe de ser la suficiente para que no durmamos encogidos por el frío, para evitar contracciones musculares durante el sueño.
- Evitar los movimientos bruscos y las corrientes de aire.
Si haces ejercicios al aire libre:
- Hazlo en las horas centrales del día ya que la temperatura será más elevada dentro de las circunstancias.
- Usar ropa térmica y transpirable adecuada a la temperatura exterior.
- Evitar la ropa de algodón ya que absorbe el sudor y se mantiene húmeda.
- Abriga bien tus manos y tus pies ya que son las zonas del cuerpo más sensibles al frío.
- El 50% del calor corporal se pierde por la cabeza por lo que es importante llevar gorro para mantener la temperatura.
- Procura taparte la boca. De esa manera, cuando cojas aire se habrá calentado y estarás evitando enfriar las vías respiratorias.
- Por último, hidrátate bien, come más fruta y verdura que te aporten vitaminas extras para hacerte más resistente al frío.
- Realiza un buen calentamiento, previo al deporte, con ejercicios cardiovasculares suaves, como caminar a paso ligero. Esto elevará tu temperatura central y asegurará que el oxígeno y la sangre fluyan por todo el cuerpo.
- Si sientes más dolor durante el invierno después de hacer el mismo nivel de ejercicio del que haces el resto del año, podría ser que tu cuerpo necesite un tiempo de calentamiento mayor.
Espero que esta información os ayude a combatir el frío invierno de manera saludable. Ya sabéis que en Fisiolution trabajamos para mejorar vuestra calidad de vida.