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Fracturas más comunes de cúbito y radio

Las fracturas de cúbito y radio son una lesión frecuente en el brazo que puede ocurrir debido a caídas o traumatismos. Esta lesión puede provocar dolor crónico y pérdida de movilidad si no se trata adecuadamente. Es una de las fracturas más comunes en el brazo y puede afectar a personas de todas las edades. La recuperación completa de la movilidad de la articulación depende de un tratamiento adecuado y oportuno.

Anatomía y función del cúbito y radio

El cúbito y el radio son los dos huesos principales del antebrazo que se localizan en su parte interna y externa, respectivamente. El radio es el hueso que se rompe con mayor frecuencia debido a su ubicación cercana a la articulación de la muñeca. Ambos huesos tienen un papel importante en la movilidad del brazo y participan en la flexión y extensión del codo y la muñeca, así como en la pronosupinación del antebrazo. Estos movimientos son esenciales para realizar actividades cotidianas como escribir, peinarse y levantar objetos.

Fisura vs fractura

Primero vamos a diferencias fisura de fractura ósea:

  • La fisura se refiere a una rotura incompleta del hueso, en la que el hueso aún mantiene cierta continuidad. A menudo, una fisura no requiere inmovilización ya que el riesgo de una fractura completa es bajo. Sin embargo, es importante que un médico evalúe la lesión y decida si es necesario un tratamiento adicional.
  • Por otro lado, la fractura implica una ruptura completa del hueso. Esto significa que el hueso se rompe en dos o más piezas y hay una pérdida total de la continuidad ósea. La fractura puede ser más grave que la fisura, ya que puede haber un mayor riesgo de complicaciones, como el desplazamiento de los fragmentos óseos. En consecuencia, la fractura generalmente requiere inmovilización para permitir que los huesos se unan y se curen adecuadamente.

Tipo de fracturas según su forma

Fractura estable, es una fractura completa que aún conserva una parte del hueso y su cortical sin rotura, lo que hace que el riesgo de desalineamiento sea bajo, pero aún así puede ser necesario inmovilizarla.

La fractura inestable es completa y tiene riesgo de desalineamiento, por lo que requiere inmovilización y seguimiento.

Si la fractura ha sido intervenida quirúrgicamente, se llama fractura intervenida.

Si el hueso se rompe en trozos muy pequeños, se llama fractura conminuta y tiene un pronóstico más grave.

Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, una fractura puede parecer estable en las radiografías iniciales, pero puede empeorar con el tiempo, por lo que se requiere vigilancia constante.

Tipo de fracturas según la estructura o zona afectada

  • Fractura Torus: Esta fractura se produce cuando un hueso se dobla ligeramente formando una pequeña comba, sin llegar a romperse completamente. Es común en niños menores de 10 años y suele ocurrir por una compresión en el hueso, como una caída con la mano estirada.
  • Fractura metafisaria: Este tipo de fractura afecta a la porción superior o inferior del cuerpo del hueso, pero no al cartílago de crecimiento.
  • Fractura del cartílago de crecimiento: También conocida como “fractura epifisaria”, afecta específicamente al cartílago de crecimiento, que se encuentra en los extremos de los huesos.
  • Fractura en tallo verde: Esta fractura se asemeja a las ramas que se quiebran, por un lado, de ahí su nombre. Por lo general, solo se quiebra un lado en niños, mientras que en adultos puede quebrar de un lado a otro.
  • Fractura de Galeazzi: En este tipo de fractura, el radio está fracturado y el cúbito se luxa en la muñeca.
  • Fractura Monteggia: En esta fractura, el cúbito está fracturado y la cabeza del radio (parte proximal) está luxada.
  • Fractura de Colles: Esta fractura se llama así por el desplazamiento dorsal del fragmento del radio, que se parece a un tenedor. Es común en caídas con la mano doblada hacia atrás.
  • Fractura de Smith: En esta fractura, el segmento del radio se desplaza hacia el lado de la palma de la mano. Suelen ocurrir en caídas con la mano doblada hacia adelante.

Síntomas

Si sufres una lesión en el antebrazo, es posible que experimentes una deformidad en alguna de las zonas afectadas, ya sea en el codo, muñeca o en todo el antebrazo. Además, es probable que sientas un intenso dolor y una inflamación en la zona, lo que puede causar una sensación de adormecimiento en el brazo. También es posible que tengas dificultades para mover o girar el brazo y que sientas una falta de movilidad en las manos.

Si se trata de una fractura de cúbito y radio, estos síntomas pueden empeorar y es posible que experimentes una mayor incomodidad e incapacidad para realizar tareas cotidianas.

Es importante buscar atención médica inmediata si se presenta alguno de estos síntomas para evitar complicaciones posteriores, como infecciones de la fractura.

Las infecciones de fracturas pueden ser peligrosas y causar otras enfermedades si no se tratan adecuadamente. Por eso, es fundamental acudir a especialistas lo antes posible para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones. Recuerda que una fractura no tratada a tiempo puede llevar a una recuperación más prolongada y a una mayor incomodidad en el futuro.

Diagnóstico

Cuando se sospecha de una fractura de cúbito y radio, el especialista llevará a cabo un examen físico detallado del antebrazo.

Se verificarán los síntomas y signos como dolor, deformidades, movilidad y la función nerviosa de la extremidad.

Se necesitarán pruebas de diagnóstico adicionales, como radiografías y resonancias magnéticas, para evaluar la lesión con mayor precisión.

Fases de curación del hueso

Existen distintas fases en el proceso de curación de una fractura de muñeca:

  • Fase catabólica o de eliminación de residuos: tras sufrir una fractura o cualquier lesión traumática, lo primero es eliminar los escombros y residuos del área afectada.
  • Fase de formación de callo: se forma un callo blando que todavía no es estable, pero comienza a serlo.
  • Fase de osificación: se empiezan a depositar sales de calcio en el callo fibroso, lo que lo va endureciendo progresivamente.
  • Fase de consolidación: el callo se forma, pero con un tamaño y forma desproporcionados, que no se adecúan a las necesidades y función del hueso.
  • Fase de remodelación: durante aproximadamente un año, el callo se va remodelando, reduciéndose y afinándose para que el hueso recupere su forma y función original.

Tratamiento

Después de que hayas recibido un diagnóstico y conozcas las dolencias y áreas que necesitan tratamiento, es recomendable que acudas a una clínica de fisioterapia especializada que pueda ayudarte con tu lesión específica.

Si tienes una fractura de cúbito y radio que es moderada o si estás en proceso de recuperación después de una cirugía o de haber usado una férula, la fisioterapia puede ser una buena opción para ti.

El objetivo del tratamiento de fisioterapia será restaurar la anatomía del antebrazo y mejorar la movilidad de la zona afectada. Hay diferentes tipos de tratamiento de fisioterapia para la fractura de cúbito y radio, y el tipo que se recomienda dependerá del tipo de fractura y de la decisión del médico que te esté tratando.

En algunos casos, si la fractura es estable, puede que solo necesites inmovilización. En casos más complicados, como fracturas inestables o combinadas con luxaciones, el tratamiento suele ser quirúrgico. El tiempo de inmovilización varía dependiendo del tipo de fractura, si hay fisuras o no, y si necesitas cirugía o no. Por lo general, el período de inmovilización varía de tres semanas para las fracturas más leves hasta seis semanas o más si necesitas retirar el material de osteosíntesis.

La cirugía solo es necesaria si la fractura es inestable, si los huesos están desalineados o si ya han comenzado a sanar en una posición incorrecta. En estos casos, se pueden utilizar clavos, implantes de metal o un yeso para ayudar a fijar los huesos mientras sanan.

Gracias a la mejora de las técnicas quirúrgicas en las últimas décadas, el tiempo de inmovilización se ha reducido considerablemente. Para lograr una recuperación exitosa, es importante que la muñeca fracturada esté bien alineada y que se comience con la rehabilitación lo antes posible.

Tratamiento de fisioterapia

El objetivo principal de la fisioterapia es lograr lo siguiente:

  • Recuperar la amplitud de movimiento de la articulación lo antes posible.
  • Incrementar la fuerza muscular de los grupos afectados.
  • Prevenir la atrofia muscular, que se produce con frecuencia durante los periodos de inmovilización (yesos o férulas).
  • Evitar las posturas de compensación que puedan dañar las articulaciones cercanas (muñeca y hombro).
  • Permitir al paciente volver a sus actividades diarias y deportivas de forma segura y con la mayor funcionalidad posible.

Existen diversos tratamientos de fisioterapia para tratar una fractura de cúbito y radio. Entre ellos se encuentran:

  • Ejercicios de movilidad graduales para recuperar la movilidad completa en la zona.
  • La electroestimulación para rehabilitar los músculos afectados.
  • Drenaje linfático manual para mejorar la circulación y el sistema linfático.
  • Técnicas analgésicas como el calor local, electroterapia y ultrasonidos para reducir el dolor y la inflamación.
  • Terapia manual adaptada a la evolución de la fractura para disminuir la rigidez de los tejidos y evitar adherencias.
  • Magnetoterapia para consolidar el callo óseo de la fractura.
  • Movilizaciones pasivas y/o activas para recuperar el rango de movilidad de la articulación del codo.
  • Ejercicio terapéutico para recuperar la máxima funcionalidad posible en la articulación del codo adaptándola a las cargas diarias y deportivas del paciente.

A continuación, os dejamos un vídeo para ganar movilidad en la articulación de la muñeca.

Estos tratamientos se aplican según la evolución y estadio de la fractura para lograr una rehabilitación completa y funcionalidad total en la articulación.

Bibliografía

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  3. Guzmán Gervilla, Sharishi Mikhael. “Fisioterapia en rigidez articular post fractura de cabeza radial.” (2022).
  4. KNAPP, Miland E. FISIOTERAPIA: Tratamiento de algunas complicaciones de la fractura de Colles. En Anales de medicina y cirugía. 1952. p. 125-128.
  5. FLORES MORATAYA, Mario José. Importancia de la fisioterapia en procesos de inmovilización prolongada post-fracturas de miembro superior. 2015.
Etiquetas: deporte, dolor, drenaje, ejercicio terapéutico, entrenador personal, estiramientos, fractura, inflamación, medicación, miembros superiores, prevencion, tercera edad

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