Hablamos sobre el dolor dorsal. La dorsalgia es el término médico para referirnos a la presencia de dolor en la columna dorsal, pero al contrario que en la cervicalgia y lumbalgia, en la dorsalgia es muy extraño que la patología este causada por una lesión de los discos intervertebrales. Esto es debido a que la zona dorsal de la espalda tiene poca movilidad, es más rígida, también está la parrilla costal que hace que sea aun más rígida. Por lo tanto, las lesiones ocasionadas en esta región del cuerpo se deben en su mayor parte a posturas incorrectas o forzadas ocasionando dolores en la zona por un sobreesfuerzo de la musculatura.
Recuerdo anatómico
La columna dorsal es una sección de columna comprendida entre la región cervical y la lumbar. Comenzando justo después de la última vértebra cervical C7, está formada por doce vértebras dorsales o torácicas (T1 – T12) tras las cuales comienzan la zona lumbar.
Las vértebras de la zona dorsal son más fuertes que las de la zona cervical y se van haciendo más fuertes según descendemos. Esto es debido al aumento de la carga del peso corporal que van soportando. Debido a esto las vértebras superiores se diferencian de las inferiores en el tamaño de cuerpo vertebral, aumentando su diámetro según vamos descendiendo.
La mayor diferencia respecto a la zona cervical y lumbar es que en la zona dorsal las vértebras se articulan con la parrilla costal haciendo la zona dorsal más estable.
A nivel muscular la espina dorsal está protegida por numerosos músculos que son los principales culpables de la dorsalgia. Ya que por malas posturas o sobreesfuerzos se ven contracturados. Algunos de los más relevantes son romboides, músculos espinales y angular de la escápula.
Clasificación de las dorsalgias
La primera clasificación que debemos realizar es según la duración del dolor, según sea agudo o crónico:
- El dolor dorsal agudo es el que tiene una duración de 6 semanas o menos. Dentro de este apartado pueden existir varios tipos:
- Dolor agudo inespecífico: es el tipo de dolor que no tiene una causa clara y concisa de su origen. Los desencadenantes de este dolor suelen estar producidos por malas posturas o también originados por factores psicológicos como la ansiedad y el estrés. Este tipo de dolor no tiene una causa estructural debida a una lesión o trauma que pueda diagnosticarse por imagen mediante resonancia magnética o rayos X. El origen suele ser funcional debido a un sobreesfuerzo, posturas mantenidas en el tiempo o un desequilibrio muscular en la región dorsal.
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- Dolor agudo especifico: en este caso se conoce el origen del dolor, al contrario de lo que ocurre con el dolor agudo inespecífico. Está originado por lesiones o traumas identificables, como caídas, accidentes, artrosis vertebral, hernia de disco, osteoporosis etc. Este tipo de lesión si se puede observar mediante diagnostico por imagen.
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- Dolor dorsal subagudo; es un tipo de dolor con un periodo de evolución comprendido entre las 6 y 12 semanas. Tienen una gravedad inferior al dolor agudo.
- Dolor dorsal crónico. Este tipo de dolor permanece desde las 12 semanas hasta varios años en algunos casos. Para que un dolor dorsal se convierta en crónico deben darse una serie de circunstancias, como por ejemplo periodos prolongados de estrés o posturas mantenidas en el tiempo normalmente en el entorno laboral. Al no tener control completo sobre estas situaciones a menudo hacen que el dolor se cronifique. Pacientes que sufren estas dolencias tienen que adoptar posturas protectoras aliviando el dolor, así como restringir movimientos que comprometan la zona dorsal para evitar que el dolor se cronifique o empeore con el paso el tiempo. Personas que adoptan estas posturas tienen menos probabilidad de sufrir dolor dorsal crónico.
Otras clasificaciones para la dorsalgia
Destacamos las siguientes:
- Dorsalgia rígida con falta de movilidad, es más frecuente en personas mayores que sufren artrosis.
- Flexible: estos casos son más frecuentes en espaldas que tienen poca curvatura y presentan como afectación una insuficiencia ligamentosa y muscular.
- Mecánica: se caracteriza por presentar mayor dolor y de mas intensidad durante el día y al realizar actividades.
- Inflamatoria: en este caso los dolores persisten de manera más intensa durante el final del día o la noche. Durante los primeros movimientos del día estos dolores van decreciendo.
- Adaptativa: en este tipo de dorsalgia el dolor aparece a consecuencia de una adaptación por un bloqueo en otra parte del cuerpo, principalmente la zona cervical, hablaríamos de una cervicodorsalgia. Nuestro cuerpo tiene capacidad de adaptación y compensa la falta de movilidad de una zona aumentando el movimiento en otras. Cuando la capacidad de adaptación se desequilibra pueden surgir los primeros síntomas. De ahí la importancia de valorar el resto de estructuras principalmente la región de cervical ya que el origen del dolor dorsal puede estar en el cuello. En menor medida también ocurre lo mismo con la zona lumbar.
Síntomas de la dorsalgia
El principal síntoma es dolor en la zona media de la espalda, este dolor normalmente esta causado por una combinación de factores. Casi la mitad de la población adulta sufrirá un episodio de dorsalgia en su vida. El dolor puede aparecer tanto un lado de la espalda como presentarse de manera bilateral.
Dependiendo del origen de la lesión aparecerán unos síntomas u otros:
- Dolor punzante en uno o los dos lados de la zona dorsal.
- Espasmos musculares.
- Hormigueos en la espalda media.
- Fatiga y pesadez en las actividades cotidianas del día.
- Dolor durante la respiración.
- También dolor constante entre las escápulas, incluso en reposo.
- Dolencia al realizar movimientos de la zona dorsal.
- Contracturas o puntos gatillo musculares, dolorosos a la palpación.
Síntomas relacionados con patologías
También existen síntomas que pueden relacionarse con patologías que no son musculares y presentan una mayor gravedad como, por ejemplo:
- Neumotórax, si se presenta dificultad al toser, respirar y presenta dolor agudo.
- Problemas cardiacos, si sentimos presión en el pecho y el hombro izquierdo.
- Neumonía, si duele con la respiración, pero no con el movimiento.
- Neuralgia intercostal, dolor que se expande hacia las costillas, aumentando con la respiración y el movimiento.
- Lesión vertebral, síntomas como entumecimiento u hormigueo.
Causas de la dorsalgia
Existen numerosas causas que pueden desencadenar en un dolor dorsal ya sea de un lado o de ambos:
- Factores posturales, mantener durante periodos largos de tiempo una misma postura sobre todo en sedestación, hace que la musculatura se contracture y aparezca dolor.
- Escoliosis: es una curvatura lateral de la columna vertebral, también puede afectar y producir dolores dorsales.
- Cifosis: es la curvatura en el plano frontal de la columna. Hace que nuestra columna a nivel dorsal presente un mayor grado de arqueamiento.
- Fractura vertebral o aplastamiento, producidos normalmente por traumatismos.
- Lumbalgia o cervicalgia.
- Artrosis vertebral, produce osteofitos en las vertebras originando dolores en la zona dorsal.
- Hernias discales, ocurren con poca frecuencia, pero si aparecen pueden original dolores en la zona.
- Disfunciones costo vertebrales, en la unión de las costillas con la vértebra se producen alteraciones que pueden producir un dolor agudo al respirar.
- Afectación visceral, las vísceras pueden ocasionar dolores referidos en la zona dorsal como pro ejemplo problemas gastrointestinales, infecciones o tumores.
- Problemas de ansiedad o estrés.
- Cambios bruscos de temperatura.
- Artritis reumatoide.
No es común que una dorsalgia permanezca durante mucho tiempo. Así, en estos casos es importante acudir a un médico para descartar alguna patología que no este relacionada con la fisioterapia.
Diagnóstico de la dorsalgia: ¿Cuáles son los pasos?
Para un diagnóstico en fisioterapia se procederá a realizar una exploración física en la que se realizará una evaluación de la columna vertebral en su totalidad tanto a nivel óseo como muscular. Se comprobará cómo es la movilidad de la columna, observando si hay alguna irregularidad como escoliosis cifosis, escapulas aladas etc. Es de vital importancia valorar también la zona cervical y lumbar por si el origen del dolor dorsal esta en estas regiones.
También se realizará un examen palpatorio para encontrar alteraciones musculares como puntos gatillo, contracturas.
Es recomendable en especial en la dorsalgia de tipo inespecífico realizar un diagnóstico por imagen, rayos X o resonancia magnética, para evaluar los componentes óseos de la columna y poder ver en el estado en que se encuentran las vértebras y sus articulaciones. Así como evaluar de una manera más clara y precisa las curvaturas presentes en algunas patologías como cifosis o escoliosis. También para ver el estado de los discos vertebrales para ver la presencia de hernias discales o problemas muy poco frecuentes, pero de gravedad como son los tumores.
Tratamiento
El tratamiento deberá adaptarse al origen de la lesión, por ello deberá plantarse de manera multidisciplinar utilizando unas técnicas u otras, deberemos tratar con varios profesionales de la salud:
- Tratamiento médico
El tratamiento médico en la dorsalgia normalmente es el alivio del dolor, por lo general el médico recetará antiinflamatorios como AINEs, corticoides, o analgésicos. Suelen proporcionar cierto alivio y de manera temporal ya que no actúan sobre el origen del problema. En la mayoría de casos lo más recomendable es acudir a un fisioterapeuta.
- Tratamiento de fisioterapia
Principalmente para aquel que tiene un origen muscular y articular. Con técnicas como la masoterapia para la eliminación de contracturas, puntos gatillo, técnicas miofasciales, punción seca etc.
También estiramientos musculares y en algunos casos manipulación vertebral mediante técnicas de alta velocidad (osteopatía), dicha técnica esta recomendado para casos de bloqueo articular.
También el uso de electroterapia como por ejemplo el TENS, ultrasonido.
Aplicación de calor mediante infrarrojos, microonda, onda corta, diatermia. Es un complemento habitual en las fases dolorosas. Aplicada normalmente de forma local en la zona de dolor.
También consejos posturales para intentar corregir esas malas posturas o esos hábitos que hacen que se produzca el dolor dorsal. Para ello utilizaremos técnicas como RPG, reeducación postural global.
Una parte muy importante de cualquier lesión y mas concretamente en una de espalda es el ejercicio terapéutico, para evitar y prevenir lesiones y recaídas.
Aquí podéis ver algún ejemplo de una serie de ejercicios y estiramientos para el dolor dorsal:
- Tratamiento psicológico
Como mencionábamos durante el artículo, el dolor dorsal lo puede producir la ansiedad o el estrés, por ello es importante acudir a un especialista en éste área para evitar que el estrés y la ansiedad afecten a nuestro estado de salud.
- Tratamiento de podología
En algunos casos el origen puede venir de una mala pisada que de forma ascendente va afectando estructuralmente hasta terminar apareciendo dolor dorsal. En estos casos es importante acudir a un podólogo para que realice un estudio de la pisada y el uso de plantillas si fuera necesario.
Consejos para prevenir el dolor dorsal
A continuación, enumeramos algunos consejos para reducir o evitar el dolor dorsal:
- Mantener una postura correcta especialmente cuando estamos en sedestación.
- Evitar sobreesfuerzos como por ejemplo la carga de objetos pesados.
- Utilizar calzado cómodo, evitando especialmente el uso de tacones.
- Realizar deporte y estiramientos.
- Mejorar la higiene postural con ejercicio terapéutico 3 o 4 días a la semana unos 30 minutos aproximadamente.
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