Todas las semanas nos llegan pacientes a consulta con un diagnóstico médico en el que pone sacroileitis, pero ¿qué es realmente esta patología?
La articulación sacroilíaca es una articulación anfiartrosis, formada por el sacro y el ilion, que une la columna vertebral inferior con la pelvis a través de ligamentos. Tenemos que tener en cuenta que no es una articulación muy flexible por lo que tiene un movimiento reducido y su función es más la de equilibrar la presión generada durante el movimiento del miembro inferior y la carga que se transmite desde el miembro superior, por lo que destacaríamos su funcionalidad de soporte más que de movimiento, dicho esto podemos explicar que es la sacroileitis.
La sacroileitis es la inflamación de la articulación sacroilíaca, pudiendo causar dolor en la zona glútea o en la parte inferior de la espalda, puede aparecer solo en un lado o en ambos lados, y pudiéndolas confundir con otras patologías que causan unos síntomas muy parecidos. Por su difícil diagnóstico no se podría decir el número de personas que sufren esta patología, pero podemos hablar de entre un 10-25% que informan del dolor lumbar podría padecer también una sacroileitis, y recordamos que alrededor del 90% de la población va a sufrir o ha sufrido dolor lumbar. La mayoría de personas que sufren esta patología son personas mayores, en más de un 90% afectara solo a un lado, la mitad tendrán irradiación hacia la pierna y una minoría reproducirá dolor en la zona lumbar y abdomen.
Síntomas de la sacroileitis
Con mayor frecuencia el dolor se puede localizar en la zona glútea y lumbar, aunque el dolor también puede localizarse hacia las piernas, la ingle, llegando incluso a los pies, por esto su diagnóstico es más complejo, ya que este tipo de dolor es común con otras patologías. El dolor está asociado al movimiento y puede aparecer al realizar actividades de la vida cotidiana como puede ser al caminar, después de una actividad física prolongada o estar sentado en la misma posición un buen rato, las características de este dolor son:
- El dolor es más intenso por la noche o a primera hora del día.
- Cuando aparece sacroileitis bilateral siempre duele más un lado que otro.
- Disminuye con el movimiento.
- Se suele irradiar hacia la pierna.
- Perdida de movilidad, con sensación de bloqueo articular, sobre todo por la mañana.
- En fases más avanzadas de esta patología también puede aparecer dolor al sentarse, pararse o incluso al dormir.
- En algunos casos puede existir la afectación del musculo psoas, dando dolor irradiado a la zona del abdomen y zona inguinal.
Las causas de la sacroileitis
Normalmente esta lesión suele suceder por las fuerzas de tracción o compresión que sufre el aparado ligamentoso de la articulación sacroilíaca, esto puede ser debido a mala postura, microtraumatismos repetitivos o tener sobrepeso. Vamos a mencionar las causas más frecuentes:
- Lesión traumática: un impacto sobre la articulación, como podría ser una caída o un accidente de coche, podría provocar esta patología.
- Osteoartritis: la articulación sacroilíaca es una articulación más del cuerpo por lo que también sufrirá el desgaste natural de la articulación.
- Espondilitis anquilosante: es un tipo de artritis inflamatoria en la articulación de la columna, la sacroileitis es a veces un síntoma temprano de esta enfermedad.
- Artritis psoriásica: esta afección inflamatoria causa dolor e hinchazón en las articulaciones, y también psoriasis (parches escamosos en la piel), suele aparecer inflamación en las articulaciones espinales y también en las articulaciones sacroilíacas.
- Embarazo: debido al aumento de peso durante el embarazo y a la adaptación de la marcha puede provocar la sacroileitis.
- Infección.
- Sobrecarga de la articulación: muchas sacroileitis están provocadas por la propia sobrecarga de la articulación que puede estar producida por rigidez en la zona lumbar o por una dismetría (diferencia de longitud entre las dos piernas que provoque que una cadera cargue más peso que la otra).
- Desequilibrios musculares, cualquier afectación de la zona del Core puede estar relacionado en esta patología, ya que puede influir en el movimiento de la pelvis y cadera.
Los factores de riesgo
- Actividad física que comprometa la columna lumbar, esto podría ser causa de la actividad laboral o de la actividad física.
- Movimientos bruscos.
- Mala colocación al realizar un esfuerzo, igual que anteriormente puede ser debido en nuestras acciones del día a día o en el deporte.
- Dismetrías Oseas o escoliosis.
- Luxación de la cadera.
El diagnóstico
La sacroileitis puede ser difícil de diagnosticar, ya que puede confundirse con otro tipo de patologías de la zona baja de la espalda, aunque se las ha podido relacionar con un grupo de enfermedades que producen artritis inflamatoria en la columna vertebral, pudiendo creer que puede ser dolor de origen discal y nervios de la zona lumbar.
En la mayoría de los casos las pruebas de imagen como pueden ser radiografían, resonancia magnética o TAC, no permiten un diagnóstico fiable, aunque serán muy útiles para descartar otras posibles patologías. Por lo tanto, tendremos que realizar una buena exploración ya que lo tendremos que diagnosticar clínicamente. Tendremos que poner en tensión la articulación sacro iliaca para ver si los test nos dan positivo o no, realizaremos varios test:
- Test Gaenslen: para la realización de este test el fisioterapeuta llevará la cadera que estamos valorando a extensión máxima y la cadera contralateral a flexión y será positivo si aparece dolor.
- Test de compresión sacroilíaca: vamos a realizar una compresión de la articulación para ver si aparece dolor, en caso de que aparezca dolor será positivo el test.
- Test de Patrick o FABER: colocaremos la pierna del paciente en flexión, abducción y rotación externa de cadera, y será positivo si aparece dolor.
- Sacral thrust test: realizaremos una presión sobre el sacro y será positivo si aparece dolor.
Diagnostico diferenciar
Como ya hemos explicado anteriormente debemos de tener en cuenta que los síntomas de esta patología pueden causar confusión con otras patologías con unos síntomas parecidos, como podría ser:
- Dolor en la zona lumbar
- Protrusión o hernia discal: en este caso realizando una RMN podríamos diferenciar si el dolor es de origen discal.
- Síndrome del piramidal
- Fractura: en este caso también es fácil de descartar ya que con una prueba de imagen podemos ver si existe dicha fractura.
- Trocanteritis: también se puede descartar con una prueba de imagen.
En cuanto al tratamiento
- El tratamiento inicial suele ser fisioterapia y uso de antiinflamatorios no esteroideos, si esto no mejora, optaríamos por la siguiente opción.
- Infiltración intra-articular de la articulación sacroilíaca: un tratamiento conservador suele incluir reposo y analgesia, algunas veces se opta por una infiltración en la articulación de corticoides y analgésicos, cuyos efectos analgésicos suelen ser inmediatos, aunque a veces se recomienda dos infiltraciones en un intervalo corto de tiempo (2- 3 semanas) para reducir significativamente la inflamación de la articulación.
- Como última opción se podría optar por la cirugía, que consiste en una endoscopia avanzada de la columna.
- Tratamiento de Fisioterapia
Como en cualquier dolor muscular, articular, tendinoso, etc. La fisioterapia nos puede ayudar a reducir e ir eliminando el dolor y consiguiendo más movilidad. El tratamiento se basará en controlar en una primera fase el dolor, para ello contamos con:
- Diatermia: es una técnica no invasiva que transmite una corriente de alta intensidad a la zona corporal que queramos tratar, provocando un aumento de temperatura del tejido, ya sea musculo, tendón o ligamento. En este caso la usaríamos en la zona más dolorosa del paciente y también en la zona articular afectada.
- Electroterapia, como puede ser onda corta o TENS, los TENS tienen como objetivo disminuir el dolor.
- Cinesiterapia: son técnicas de fisioterapia con el objetivo de ganar rango articular y disminuir el dolor. Usaríamos técnicas articulares de columna lumbar, sacro, cadera, etc.
- Masoterapia: son técnicas de masaje sobre la musculatura con el objetivo de disminuir el dolor, dependiendo de donde está localizado el dolor del paciente incidiremos en esa zona, sin descuidar las zonas cercanas ya que también se pueden ver afectadas por compensaciones del dolor.
- Estiramientos: haciéndolos de forma pasiva vamos a conseguir relajar la musculatura y aumentar el rango articular. Siempre hay que tener en cuenta la tolerancia del paciente en estos ejercicios, y hacerlos siempre de forma controlada y sin dolor. Cuando el paciente haya disminuido su dolor entonces se lo explicaremos para que pueda hacerlos de forma activa en casa.
En este video habla de dolor de cóccix, pero los dos últimos ejercicios son estiramientos muy buenos para nuestra zona del sacro
- Ejercicios: cuando el paciente tenga el dolor más controlado podemos empezar a añadir otros ejercicios de fortalecimiento del CORE.
El trabajo activo es muy importante en la recuperación de nuestros pacientes ya que con este trabajo podemos ganar fuerza, reducir dolor, y ganar rango articular, no todo el trabajo se tiene que realizar en camilla de forma pasiva, y hay que expilarle bien al paciente que los ejercicios también deben de realizarse sin dolor y periódicamente, que cuando ya no tenga dolor también debería de seguir haciéndolos para que no sufra recaídas.
Aquí os dejamos unos cuantos ejercicios para la sacroileitis, estos son algunos ejemplos de ejercicios y hay muchos más, pero recordar siempre en una fase aguda con más dolor habría que disminuir primero ese dolor y después hacer los ejercicios, y al principio los ejercicios deberían de estar bajo supervisión para ver si los realizamos correctamente y ver si algún ejercicio no nos vendría bien, los ejercicios siempre deben de ser individualizados.
¿Cómo se puede prevenir la sacroilitis?
Es difícil de contestar a esta pregunta, ya que es difícil prevenir esta patología, pero para aquellas personas que hayan sufrido esta patología pueden realizar los ejercicios que aprendieron en la rehabilitación y mantenerse activo, además para ellos será más fácil saber si su dolor proviene de la articulación sacroilíaca o es solo un dolor lumbar puntual. Para las personas que no hayan padecido esta patología deberían acudir a un profesional sanitario que pueda hacerle un buen diagnóstico y poder pautar como realizar su rehabilitación.
Algunos consejos serian:
- Bajar de peso si sufrimos sobrepeso.
- Si realizamos ejercicios físicos controlar muy bien la técnica y la carga para poder realizar el ejercicio sin hacernos daño.
- Intentar no estar sentado en la misma posición mucho tiempo, si estoy trabajando intentar levantarme cada dos horas para ir al baño, beber agua, tomar café, etc.
- Los ejercicios que os hemos enseñado en los videos o ejercicios que nos hayan pautado anteriormente.
- Si padezco alguna dismetría o escoliosis acudir al profesional necesario para intentar poner una solución, como podría ser una plantilla en caso de tener una pierna más alta que otra, aunque eso lo tendrá que valorar un podólogo.
Pero en términos generales, no solo para la sacroileitis ni para el dolor lumbar, la mejor manera de prevenir este tipo de patologías o dolores musculares es el movimiento, evitando largos periodo de sedentarismo e intentando realizar actividad física frecuentemente.
Bibliografía
Slobodin G, Hussein H, Rosner I, Eshed I. Sacroiliitis – early diagnosis is key. J Inflamm Res. 2018
Owlia MB, Danesh-Ardakani M. Frequency of sacroiliitis among patients with low back pain. Electron Physician. 2016