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Pinzamiento lumbar: síntomas y opciones de tratamiento para el dolor

Hoy venimos a hablar de dolor lumbar, un problema que muchos sufrís y no sabéis cómo resolver: pinzamiento lumbar ¿Qué es bueno hacer para el dolor y qué no es recomendable? ¿Puedo hacer ejercicio? ¿Debo acudir al fisioterapeuta? ¿Por qué me duele? Tranquilos, en el post de hoy, resolveremos todas vuestras dudas y os plantearemos una serie de ejercicios para que podáis aliviar vuestra sintomatología.

¿QUÉ ES EL PINZAMIENTO LUMBAR?

El pinzamiento lumbar, o también conocido como compresión o pinzamiento de un nervio en la zona lumbar, no es otra cosa que una compresión, atrapamiento o irritación de uno o más nervios de la parte baja de la espalda. Esta compresión nerviosa en la zona lumbar puede provocar una serie de síntomas dolorosos y debilitantes que afectan la calidad de vida de quienes la padecen.

Los nervios lumbares son esenciales para la movilidad y la sensibilidad del miembro inferior, por lo que cualquier interferencia puede causar problemas significativos en las actividades del día a día.

El pinzamiento lumbar puede deberse a diversas causas, incluyendo hernias de disco, estenosis espinal, espondilolistesis, enfermedades degenerativas de la columna y lesiones traumáticas, entre otras. Comprender las causas, síntomas, factores de riesgo y opciones de tratamiento es crucial para manejar eficazmente este problema y plantear un tratamiento adecuado.

ANATOMÍA DE LA LUMBAR

Como ya sabéis, me gusta que se entienda bien qué sucede en nuestro cuerpo cuando nos duele algo, y que comprendamos qué zona es la afectada y por qué. Así que, vamos a realizar un pequeño repaso de anatomía de la zona lumbar, para que entendamos mejor el mecanismo por el que se origina nuestro pinzamiento lumbar.

Como todos sabéis, la zona lumbar hace referencia a la zona baja de la espalda. La lumbar se compone de cinco vértebras (L1-L5) situadas justo debajo de la caja torácica y por encima de la pelvis.

Se trata de un área indispensable para la estabilidad, el movimiento del tronco y la transmisión de la carga y el peso corporal hacia los miembros inferiores.

Elementos importantes

  • Vértebras lumbares – cinco vértebras en total, situadas entre la última vértebra dorsal (zona menos móvil), y el sacro (zona más móvil). Se compone de vértebras más grandes y robustas que el resto de las vértebras de la columna, debido a la carga que están destinadas a soportar.

Cada vértebra se articula con la vértebra inferior o superior mediante una articulación, denominada cigapofisaria, o articulación facetaria; y mediante una articulación intervertebral, a través de unos discos esponjosos situados entre los cuerpos vertebrales, que sirven de amortiguación.

Entre estas vértebras, a los laterales y adyacentes a estas articulaciones facetarias, se conforma un agujero denominado foramen intervertebral, por el que salen los nervios desde el interior de la médula.

  • Discos intervertebrales – situados entre una vértebra y la siguiente, compuestos por un núcleo gelatinoso rodeado de un anillo fibroso; sirven para absorber impactos y permitir el movimiento ente las vértebras.
  • Musculatura – musculatura directamente relacionada con la lumbar (multífidos, interespinosos, longísimo, iliocostal, cuadrado lumbar o psoas, por ejemplo) y otros relacionados de manera más indirecta, pero que colaboran en una buena función de la zona lumbar (musculatura del CORE).
  • Ligamentos
  • Nervios – los nervios espinales emergen a través de los forámenes intervertebrales, formando el nervio ciático, principalmente, que es el nervio más grande del cuerpo y que proporciona la inervación de gran parte de la pierna. Aquí es dónde está el origen de la ciática, por ejemplo.

Entonces, ¿Por qué un pinzamiento causa dolor?

Cuando se produce un pinzamiento lumbar, el dolor proviene de la compresión o irritación de los nervios que salen de esos forámenes intervertebrales de los que hemos hablado en el punto anterior.

Además de esta compresión nerviosa, que puede derivarse de un problema articular, y que más adelante describiremos; ese dolor también puede venir mediado o aumentado por la inflamación e irritación de los mismos, por el atrapamiento a su paso por la musculatura que existe alrededor. Es normal que, ante un pinzamiento, la musculatura responda a esa presencia de dolor, mediante un espasmo muscular (contractura) en su intento por inmovilizar la región afectada y evitar más daño, lo que puede contribuir al aumento del dolor y la pérdida de movilidad y/o fuerza.

Debemos comprender que, cuando se produce un pinzamiento – bien sea producido por un atrapamiento del nervio por la articulación, o bien sea producido por la musculatura – se produce una liberación de sustancias químicas inflamatorias que irritan los nervios circundantes y las estructuras adyacentes, lo cual también aumenta el dolor.

Los nervios inflamados son más sensibles y pueden enviar señales de dolor, incluso con la presencia de estímulos leves, especialmente en la etapa aguda. Por eso nada más producirse, sentimos dolor con cualquier mínimo movimiento.

Además, el Sistema Nervioso Central produce una respuesta de sensibilización central; es decir, la compresión crónica del nervio puede llevar a la sensibilización del sistema nervioso, donde el cerebro y la médula espinal se vuelven más sensibles al dolor, con el mínimo estímulo; y crean respuestas de dolor crónico (a pesar de que la etapa aguda se haya pasado, e incluso haya desaparecido el pinzamiento).

Es decir, debemos tener en cuenta que, cuando este pinzamiento perdura en el tiempo, el cerebro produce este mecanismo de respuesta y, en algunas ocasiones, podemos tardar más de la cuenta en resolver nuestro dolor, incluso cuando el problema físico ya no existe, por esta respuesta de sensibilización del SNC.

Por si fuera poco con lo que ya tenemos, la compresión nerviosa puede afectar a los vasos sanguíneos circundantes, reduciendo el flujo sanguíneo y contribuyendo a una mayor inflamación y dolor.

Y también puede ocurrir que este pinzamiento lumbar provoque dolor en áreas alejadas del sitio en el que se ha producido la compresión, debido a la forma en la que los nervios transmiten las señales de dolor. Esto se conoce como dolor referido, y si habéis estado en el fisio por estos motivos, os sonará la palabra.

CAUSAS DEL PINZAMIENTO LUMBAR

Un pinzamiento lumbar puede ser causado por diversas condiciones y factores que afectan, tanto a la columna vertebral, como a la musculatura y los nervios relacionados con la zona lumbar. Las causas más comunes suelen ser:

  • Hernia de Disco o protrusiones: Una de las causas más comunes del pinzamiento lumbar es la hernia de disco. Los discos intervertebrales actúan como amortiguadores entre las vértebras de la columna. Cuando un disco se hernia, su núcleo gelatinoso se desplaza hacia afuera y puede presionar un nervio cercano.
  • Estenosis Espinal: La estenosis espinal es el estrechamiento del canal que alberga la médula espinal, lo que puede comprimir los nervios que pasan a través de él. Este estrechamiento puede ser causado por el crecimiento óseo anormal, los espolones óseos (osteofitos) o la inflamación de los tejidos, por ejemplo.

  • Espondilolistesis: Esta condición ocurre cuando una vértebra se desliza hacia adelante sobre la vértebra inferior, lo que puede estrechar el espacio por donde pasan los nervios (foramen intervertebral) y causar el atrapamiento de los mismos.
  • Degeneración discal y vertebral: Con el envejecimiento, los discos y las articulaciones de la columna vertebral pueden desgastarse, llevando a condiciones como la osteoartritis que pueden causar un pinzamiento nervioso.
  • Lesiones Traumáticas: Accidentes, caídas o lesiones deportivas pueden causar fracturas o desgarros en la columna vertebral, derivando en una compresión de los nervios lumbares.
  • Espasmos musculares – como indicábamos anteriormente, un espasmo muscular causado por protección al dolor, e incluso por sobrecarga, puede provocar la compresión del nervio a su paso, y derivar en un pinzamiento lumbar.
  • Tumores o masas – el crecimiento de masas o tumores alrededor de la zona de salida o paso del nervio, puede provocar su pinzamiento y causar dolor.

SÍNTOMAS Y SIGNOS DEL PINZAMIENTO LUMBAR

El pinzamiento lumbar puede manifestarse a través de una variedad de síntomas que varían en intensidad y localización, como son:

  • Dolor Lumbar: Dolor persistente o intermitente en la parte baja de la espalda. Este dolor puede ser sordo, agudo o punzante. Es común que exista dolor nocturno, debido a la inflamación.
  • Ciática: El dolor que se irradia desde la parte baja de la espalda hacia una o ambas piernas, siguiendo el trayecto del nervio ciático. La ciática puede incluir dolor agudo, sensación de quemazón o un dolor similar a una descarga eléctrica.

  • Entumecimiento y Debilidad: Las personas pueden experimentar entumecimiento o debilidad en la pierna o el pie. Esto puede dificultar la movilidad y las actividades cotidianas. En algunas ocasiones, pueden verse disminuidos los reflejos, e incluso llegar a estar ausentes en un pinzamiento agudo.
  • Hormigueo: Sensaciones de pinchazos, cosquilleo o “alfileres y agujas” en la pierna o el pie.
  • Postura antiálgica – algunas personas pueden inclinarse hacia un lado, o adoptar una determinada postura, para aliviar el dolor.
  • Dificultad para Estar de Pie o Caminar: El dolor puede empeorar al estar de pie o caminar por períodos prolongados, limitando la capacidad de realizar nuestras actividades diarias. Sin embargo, suele aliviarse con el reposo, o al adoptar posiciones determinadas en las que se alivia la presión sobre el nervio comprimido.
  • Aumento del dolor al toser o estornudar – por el aumento de la contracción de la musculatura lumbar, ocasionando más presión sobre el nervio ya atrapado y la articulación.
  • Rigidez en la espalda y espasmo muscular – en protección ante el dolor, y a veces siendo la causa del pinzamiento, podemos notar rigidez en la zona, como bloqueo articular, y bloqueo en la musculatura, debido al espasmo de la misma, en protección.

FACTORES DE RIESGO

Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar pinzamiento lumbar:

  • Edad: El riesgo aumenta con la edad debido a la degeneración natural de los discos y las articulaciones de la columna vertebral.
  • Genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a problemas de la columna vertebral.
  • Actividades repetitivas y posturas inadecuadas – trabajos que requieren levantamiento de grandes pesos, realizar movimientos repetitivos – especialmente de torsión y flexión – o el mantenimiento de posturas estáticas durante largos períodos de tiempo, pueden contribuir al pinzamiento lumbar.
  • Deportes de alto impacto o que conlleven movimientos bruscos – especialmente si implican impactos repetidos, saltos o movimientos bruscos pueden aumentar el riesgo de lesión.
  • Obesidad – el exceso de peso puede aumentar la presión sobre la columna lumbar, contribuyendo al desgaste de la articulación y otras estructuras, lo que puede derivar en un pinzamiento lumbar.
  • Falta de ejercicio y sedentarismo – la falta o escasa actividad física puede debilitar la musculatura de la columna lumbar y aumentar el riesgo de lesiones y condiciones degenerativas, que contribuyan a esta afección.
  • Embarazo – el peso adicional y los cambios posturales y de carga que se presentan durante el embarazo, pueden suponer una presión extra en la articulación y la musculatura, lo que a veces puede derivar en un pinzamiento nervioso.
  • Enfermedades crónicas – condiciones como la artrosis y la artritis reumatoide, por ejemplo.
  • Lesiones previas – especialmente de la espalda, pueden debilitar la columna y predisponer a futuros pinzamientos.
  • Anomalías congénitas.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de un pinzamiento lumbar, como siempre os indicamos, requiere de la ayuda de un profesional sanitario, que realizará una evaluación clínica basada en tu historial médico y un examen físico, además del requerimiento de pruebas de imagen y/o estudios de conducción nerviosa, en algunas ocasiones.

  • Evaluación clínica
    • Historia clínica – mediante una serie de preguntas acerca de tu sintomatología, duración, ubicación y factores predisponentes, además de tener en cuenta tu ocupación, actividad diaria y el historial previo de afecciones.
    • Examen físico – mediante la inspección y palpación de la zona, la evaluación postural y disposición de la columna y la musculatura, pruebas de movimiento y flexibilidad, así como pruebas para la disfunción nerviosa.
  • Pruebas de imagen – en algunos casos, especialmente cuando se cronifica el problema, es necesario realizar pruebas de imagen como radiografías, resonancias o tomografías, para evaluar el estado de la estructura y su posible relación con el dolor.
  • Electromiografía y estudios de conducción nerviosa – en ocasiones, también es necesario evaluar la función de la musculatura y la conducción nerviosa, para determinar si hay daño nervioso y en qué grado. Normalmente suele producirse en condiciones graves y/o en dolores crónicos.
  • Evaluación de elementos psicosociales – con el propósito de evaluar el impacto del dolor en la vida del paciente y su estado emocional, así como la posible influencia de los mismos en la perpetuación y/o origen del dolor.

PRONÓSTICO

El pronóstico del pinzamiento lumbar varía según la causa y la gravedad de la compresión nerviosa, así como la efectividad del tratamiento.

Muchas personas experimentan una mejoría significativa con tratamientos conservadores, como la fisioterapia y los medicamentos. Sin embargo, en casos más severos, puede ser necesario recurrir a la cirugía para aliviar la compresión nerviosa, aunque siempre es aconsejable probar con el tratamiento conservador de primeras.

¿CÓMO PODEMOS AYUDARTE DESDE LA FISIOTERAPIA?

La fisioterapia juega un papel crucial en el tratamiento del pinzamiento lumbar. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios y técnicas de rehabilitación adaptado a las necesidades específicas del paciente, así como acompañarte en el proceso e indicarte pautas para manejar tu dolor, de manera adecuada.

  • Modificación de la actividad. En algunos casos será necesario parar la actividad deportiva (en casos de deportes de impacto o contacto) y sustituirla o adaptarla al estado de la lesión y del dolor. No es recomendable el reposo absoluto, en prácticamente ningún caso – exceptuando los severos, y siempre bajo la pauta del profesional.
  • Ejercicio aeróbico de bajo impacto – como nadar, caminar o la bicicleta estática, si el estado de dolor y físico nos lo permite, pueden ser beneficiosas para mejorar la movilidad, la condición cardiovascular y favorecer la eliminación de la inflamación.
  • Ejercicios de Estiramiento y Flexibilidad: Los estiramientos ayudan a aliviar la tensión en los músculos y mejorar la flexibilidad. Ejercicios como el estiramiento del piriforme, la extensión lumbar y el estiramiento de los isquiotibiales pueden ser beneficiosos.
  • Ejercicios de movilidad – como el del gato-camello o anteversión y retroversión pélvica, nos pueden servir de ayuda para deshacer la rigidez provocada y empezar a dar movilidad a la zona afectada, para desatrapar el nervio. Pilates, yoga y TaiChi pueden ser deportes recomendables para ello.

  • Fortalecimiento Muscular y ejercicios de estabilización y control motor: Los ejercicios de fortalecimiento se centran en los músculos de la espalda, el abdomen y las piernas. Un núcleo fuerte puede proporcionar mejor soporte a la columna vertebral, por eso le damos tanta importancia a los ejercicios de CORE cuando acudís a consulta con dolor lumbar.
  • Movilización y Manipulación pasivas: Técnicas manuales que incluyen movilización de la columna y manipulación articular pueden ayudar a mejorar la movilidad y reducir el dolor. Siempre realizadas por un fisioterapeuta.
  • Punción seca
  • Neuromodulación – técnica mediante la cual se aplica una corriente de baja frecuencia cerca del sistema nervioso periférico de tal forma que consigue modificar el dolor producido.

 

  • Terapias de Calor y Frío: La aplicación de calor o frío en la zona afectada puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
  • Electroterapia: Técnicas como la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS) pueden proporcionar alivio del dolor, así como el uso de microonda y onda corta.
  • Neurodinamia – ejercicios activos o pasivos para movilizar el nervio a través de todo su recorrido.

  • Tracción – en casos articulares, especialmente, la tracción lumbar puede ser un buen remedio para aliviar la compresión nerviosa.
  • Manipulación espinal – realizada siempre por un fisioterapeuta, o fisioterapeuta osteópata.
  • Educación y medidas posturales – instrucciones sobre cómo levantar objetos de manera óptima y eficaz, previniendo lesiones; así como adopción de posturas correctas, hábitos saludables, consejos para la actividad física y adopción de medidas para sobrellevar el dolor.

Otros Tratamientos

Además de la fisioterapia, existen otros tratamientos que pueden ser útiles para el manejo del pinzamiento lumbar:

  • Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINE), relajantes musculares y corticosteroides pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación. Siempre bajo la prescripción médica.
  • Inyecciones: Inyecciones de esteroides epidurales pueden reducir la inflamación alrededor del nervio comprimido y proporcionar alivio del dolor.
  • Cirugía: En casos severos, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para aliviar la compresión nerviosa. Los procedimientos comunes incluyen la discectomía (extirpación de parte de un disco herniado) y la laminectomía (resección de parte del hueso o tejido que comprime el nervio). Sólo se usa en casos graves o en caso de que las terapias conservadoras no hayan producido efecto.

Consejos para Evitar el Pinzamiento Lumbar

La prevención del pinzamiento lumbar implica adoptar un estilo de vida saludable y practicar buenos hábitos posturales:

  • Mantener una Buena Postura: Sentarse y pararse con una postura adecuada puede reducir la presión sobre la columna vertebral. Utilizar sillas ergonómicas y ajustar la altura del escritorio y la pantalla del ordenador también puede ser útil. PERO LO MÁS ÚTIL DE TODO ES MOVERSE. Así que procura levantarte o cambiar de posición frecuentemente.
  • Ejercicio Regular: Realizar ejercicios regulares que fortalezcan los músculos de la espalda y el abdomen puede proporcionar un mejor soporte a la columna vertebral. Actividades como caminar, nadar y hacer yoga son particularmente beneficiosas.
  • Técnicas de Levantamiento Correcto: Al levantar objetos pesados, es importante doblar las rodillas y activar la musculatura del CORE para evitar ejercer presión excesiva sobre la columna vertebral.

  • Mantener un Peso Saludable: El exceso de peso puede ejercer una presión adicional sobre la columna vertebral, por lo que mantener un peso saludable es crucial. Si necesitas ayuda, podemos ayudarte a través de
  • Evitar Movimientos Repetitivos: Si tu trabajo o actividades diarias implican movimientos repetitivos, asegúrate de tomar descansos regulares y cambiar de posición frecuentemente.
  • Dormir en una Buena Posición: Utilizar un colchón firme y mantener una postura adecuada al dormir puede ayudar a reducir el riesgo de pinzamiento lumbar. Dormir de lado con una almohada entre las piernas o boca arriba con una almohada debajo de las rodillas puede ser beneficioso.
  • Mantenerse Hidratado: Beber suficiente agua es importante para mantener la salud de los discos intervertebrales, ya que estos necesitan hidratación adecuada para mantener su elasticidad y capacidad de absorción de impactos. Así como su importancia para mantener la calidad muscular y prevenir espasmos musculares.

EJERCICIOS PARA PINZAMIENTO LUMBAR

Por aquí te dejamos un reto de ejercicios para el dolor lumbar de 4 semanas y, si tienes dudas, ¡no dudes en pasarte por nuestra clínica para ponerte a punto!

 

BIBLIOGRAFÍA

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